lunes, 27 de mayo de 2013

DANI SE VA A LOS PUERTOS

No puede ser, tengo que hacérmelo mirar definitivamente. Cada vez que me “citan” y me enseñan la muleta entro al trapo sin pensármelo, soy un inconsciente. La semana había transcurrido de manera tranquila, intensa en entrenamientos, sin descansar ni un solo día, pero sin nada fuera de lo normal.
El lunes un poco de bici de montaña y luego piscina por la tarde-noche y el martes baloncesto con mis compis del SORGEMSA, que nos jugábamos el acceso a la final del “Torneo de la Galleta”. Llamamos así al play-off de “consolación” que se juega cuando no quedas entre los 4 primeros clasificados en la Liga de Empresas que jugamos todos los años. Yo este año, con el triatlón y los viajes a Alemania apenas he jugado tres partidos en toda la temporada, pero una semifinal es una semifinal, aunque sea “de la Galleta”, así que acudí a echar una mano. Ganamos de 1 punto, de puñetero milagro, así que esta semana jugamos la final, veremos si estoy en condiciones de jugarla, porque me hice daño en la muñeca izquierda en el partido, terminé de estropeármela el viernes haciendo INSANITY y la rematé el domingo dándole a la bici.
Miércoles y jueves también tranquilos, salidita a correr al mediodía con Mari Carmen, compañera de trabajo con novio triatleta que ha sido vilmente engañada por éste y ha caído en las fuertes “garras” del triatlón. Debutaba este pasado domingo en un acuatlón (corres-nadas-corres), ya le preguntaré cómo le fue. Con MC descubrimos un fantástico parque cerca de la oficina, la Quinta de los Molinos, “ideal o sea de la muerte” para salir a correr, así que repetiremos siempre que sea posible.
Y en esto llegó el viernes, por la tarde me marqué mi sesión de INSANITY versión MAX (MAX significa IMPOSIBLE, duro que te cagas), me destrocé la muñeca, odié a Shaun T. y juré no volver a hacer más ese vídeo, hasta ahí todo normal. Me pegué una buena ducha, me preparé mi cervecita y en esto que sonó el whatsapp…
Era Manolo, el peluquero más dicharachero de Barrio Sésamo, digo de Las Rozas, mi peluquero…
“Domingo: Collado Mediano, Soto del Real, Miraflores, Canencia, Lozoya, Puerto Navafría, Rascafría, Cotos, Navacerrada, Collado Mediano. 140 KM NO APTOS PARA GAYS”
Ya estamos jodiendo Manolo, ¿no podías haberte ahorrado la última frasecita? Si sólo hubieras puesto el recorrido y el kilometraje hubiera podido responderte con tranquilidad:
“Tú te pinchas Manolo, ni de coña, aún no estoy preparado…”
Eso es lo que tocaba responder, era lo lógico, pero incomprensiblemente mis dedos teclearon:
“OK, ¿a las 9h?...”
NO APTO PARA GAYS = NO TIENES COJONES (Eso es así)
Ya la hemos liado Fonseca, ahora toca engañar a Óscar, este “marrón” no te lo vas a comer tú solito. Óscar es el hermano de Kiko, gran amigo, compañero de asiento en el Calderón viendo a nuestro Atleti desde siempre, nos conocemos desde hace casi 35 años. Óscar es ciclista, su padre es ciclista y su tío es ciclista. Mi amigo Kiko, su hermano, sin embargo es alérgico al deporte (es del Madrid, y eso quieras que no conlleva una tara).
Óscar lleva toda la vida dándonos el coñazo para que montáramos con él en bici, y nadie en nuestro grupo de amigos le ha hecho ni caso en todos estos años. Así que Óscar salía con su padre y su tío. El padre y el tío le han dado en serio a la bici, de no ser por el negocio familiar que dirigen hubieran sido ambos ciclistas profesionales, más el tío que el padre, pero ambos son buenos ciclistas. Así que Óscar creció saliendo en bici con ciclistas profesionales en los finales de los 80 y principios de los 90, como por ejemplo Anselmo Fuerte.
Óscar ha subido el Tourmalet, el de verdad, así que no me va a decir que no a unos “puertecitos” de nada de la sierra de Madrid. Ha vuelto a coger la bici hace poco, casi coincidiendo con mi enfermedad triatlética, tras dejarla aparcada muchos años, así que compartirmos muchas salidas en dos ruedas cada fin de semana. Sabe como yo que esta “invitación” llega demasiado pronto, aún no tenemos kilómetros suficientes en las piernas para hacerlo con garantías y sin pasarlas canutas, pero un reto es un reto, y después del coñazo que ha dado para tener "amiguitos" ciclistas ahora no se va a echar para atrás a las primeras de cambio…
Así que le reenvío el mensajito de Manolo tal cual, se hace un poco el remolón, de modo que tengo que añadir el típico:
“TÚ SÍ QUE NO TIENES COJONES…” y por supuesto, claro que acepta, ha sido presa fácil.
Así que ya la tenemos “liada” para el domingo.
Pero antes el sábado toca madrugón y carrerita, me he inscrito a los 10K “Corre por la Esclerosis Múltiple” en la Casa de Campo. Qué manía tienen en Madrid de poner las carreras a las 9h de la mañana. En el centro ciudad lo entiendo, ¿pero también en la CdC…? En fin, a madrugar se ha dicho.
Quiero intentar superar mi “Personal Best”, mi record, mi mejor marca en la distancia (44’24”), aún a sabiendas de que el recorrido no es ni mucho menos llano, con dos “paredes” a escalar en el km.2  y en el km.6, y luego desde allí todo cuesta abajo hasta el final. Me llevo el GPS y el pulsómetro, quiero ver cómo va mi corazón forzando al máximo, no suelo utilizarlo en competiciones porque me asusto al ver las pulsaciones, suelo correr por “sensaciones”, pero voy a tratar de acostumbrarme a utilizarlo a partir de ahora. Lamentablemente me he olvidado el cronómetro, suelo utilizar el GPS para simplemente grabar la ruta y utilizar el pulsómetro, pero para los parciales por km llevo un cronómetro de los de toda la vida (marca Timex IRONMAN, por supuesto).
Salgo fuerte y en el grupo de cabeza, esquivando y adelantando a mucha gente, me he despistado al colocarme en la salida y tengo mucho “obstáculo” por delante que va más lento de lo que yo pretendo ir. Enseguida voy a 170 pulsaciones (pues sí que estamos bien, pienso…). Pared del kilómetro 2 y rozamos las 180 pulsaciones (joder), kilómetros 3-4-5  y me estabilizo entre 165-169 pulsaciones, me parece mucho, pero parece que voy a poder aguantarlo toda la prueba. Voy bien de sensaciones y por lo que marca el GPS bastante bien de tiempo, debería ser capaz de superar la marca. En el km 6 empieza la cuesta abajo hasta el final y aprieto, adelanto a alguno más y ya no me adelantan, no veo el cartel del km 7 y en el km 8 según mi GPS bajo de 44 minutos seguro (genial), km 9 y parece que sí, se confirma que lo voy a conseguir, de sobra además, así que aflojo. Me pasan varios al final, tres o cuatro, pero no me preocupa, yo a lo mío que es batir mi marca. Encaro los últimos metros sin esprintar y veo que el arco de meta y su cronómetro marcan 44 minutos 40 seg (Qué??? WTF??). Mi GPS marca  43’30”, “mierrrrda…”, ha debido perder la señal en algún momento y su cronómetro también se ha parado. Desastre.
Así que entro en 44’59” según tiempo oficial, tiempo neto 44’54”. Hay que jorobarse, maldito GPS, si me hubiera traído el cronómetro normal…
Bueno, al menos he bajado otra vez de 45 minutos, algo impensable hace apenas unos meses. Lo hubiera mejorado seguro, pero el error del GPS me ha hecho relajarme. Lo dejamos mejor para la próxima, no hay problema.
Recojo la bonita camiseta finisher de Kukuxumuxu  y super-pack de complementos (Gel y champú en varios formatos, gorra, galletas, chocolatinas varias y lo mejor, un cinturón de hidratación-porta dorsal muy, muy guapo, me viene fenomenal, con sus dos mini bidones incluidos, muy chulo), y para casa, entrenamiento finalizado.
Me levanto el domingo a las 6.30h, he quedado con Óscar a las 7.45h en su casa. Metemos las bicis en su Todoterreno y partimos hacia Collado Mediano, que tenemos casi una hora de camino desde Arroyomolinos.
Manolo aparece también puntual y salimos sin demora a la hora prevista. Hace “fresquete”, pero luego subiendo apretará el calor, y de nuevo en las bajadas hará frío, así que la elección de ropa se hace complicada. Camiseta interior, maillot de manga corta y manguitos, que me pueda subir y bajar según haga frío o calor. Acerté.
Salimos los tres hacia Miraflores, pasando por Becerril y Soto del Real, llano y falso llano en bajada, ideal para ir calentando piernas. Nos pasa una “grupeta” de 20 corredores y Manolo nos anima a apretar y unirnos al grupo. Tengo dudas porque no sé rodar en grupo, además me duele mucho la muñeca izquierda y apenas puedo cambiar el plato y frenar con esa mano, lo que me genera inseguridad, ya que en grupo hay que ir muy pegado a los demás ciclistas. Pero bueno, digo que sí y nos colocamos a cola de “pelotón”. Es increíble lo bien que se va en grupo, apenas doy pedales y el velocímetro marca 38-40kmh con total facilidad. Los que van delante irán dándolo todo, pero yo voy silbando, relajado. Hoy no os pienso dar ni un relevo, chavales, otra vez será, soy novato y tengo “pocha” la muñeca, seguro que lo entendéis. Así llegamos a Miraflores, los primeros 30 kilómetros han pasado en un suspiro, me ha encantado rodar en grupo, habrá que repetirlo siempre que se pueda. De momento todo bien, gracias. Seguimos integrados en el grupo (eran de una peña ciclista de Las Rozas) atravesando Miraflores, ya subiendo las primeras rampas, pero nada del otro jueves. Al acabar el término de Miraflores el grupo se desvía hacia no sé dónde y nosotros cogemos la desviación que marca “CANENCIA”. Pues aquí llega el primero de los puertos del día…
La primera rampa es brutal, tanto que enseguida llevo “todo metido”, plato pequeño, piñón grande, pues sí que empezamos bien…
Óscar me dice que voy “atrancado”, que suba un piñón y aumente la cadencia de pedaleo,
“Óscar voy con todo, no hay más…”
“No jodas” Y se ríe…yo también me río, pero nervioso, así no acabo yo la ruta ni de coña.
Manolo me tranquiliza “Venga, es sólo esta rampa, tras aquella curva la cosa se calma…”. El viejo truco de la próxima curva, pienso, seguro que luego es peor. Pero no, efectivamente aparece el llano e incluso bajamos un poco. Así sí, Manolo.
Ahora viene lo peor del puerto, 3kms finales bastantes duros. Veo un cartel que marca la pendiente (1% de desnivel? Pues como será al 10%...ah no, que no es un 1, es un 7, ya decía yo,  joder ya voy ciego…”). Lo metros pasan muy despacio, dónde está el cartel de 2km a puerto? No llega o qué?, 2km-1km y ya está. Mi primer puerto de montaña al zurrón, ha sido duro pero bueno, bien, lo he acabado sin mayores problemas y aún noto que tengo fuerza en las piernas.
Fotito de rigor, de no muy buena calidad, pero el momento había que inmortalizarlo.
 

Reponemos agua en una fuente natural, comemos un poco (llevo un cargamento entero de barritas y geles, Óscar se ríe, dónde vas con tanto peso,  pero luego me lo agradecerá…) y a bajar hasta Canencia.
Bajar es lo mío, ya dije en un post anterior que estoy un poco loco y lo doy todo en las bajadas, aunque hoy voy algo más inseguro con el tema de la muñeca, que me duele y no me deja sostener bien el manillar de la bici, así que bajo como un loco “ma non troppo”.
Me avisa Óscar que en la bajada le dé bien a los pedales, aunque sea en vacío, que los mueva que si no me quedaré frío. Frío no, helado es como acabo la bajada, y el tramo (llano) de Canencia hasta Lozoya lo pasó realmente mal. Me recorre el cuerpo un sudor frío y no me van las piernas. Óscar me abronca:
“Mira que te lo he dicho…”
“No has pedaleado bien en la bajada...”  Pues no.
No termino de recuperarme y Manolo decide acortar la ruta. No vamos a subir Navafría y nos tiramos directamente a por Cotos (ahora pienso, MENOS MAL!!)
Llegamos a Rascafría y todo el asfalto en el pueblo es adoquinado, el temido “pavés” en el argot ciclista. Ahora entiendo la épica de clásicas ciclistas como la París-Roubaix, estos tíos están locos si se meten kilómetros y kilómetros sobre la maldita superficie. En Rascafría son apenas 500m y parece que se me va a desmontar la bici, y con la muñeca que me va a estallar de dolor. Temo que en cualquier momento la rueda delantera se desmonte o el cuadro se parta por la mitad. Segunda “parada técnica”, come bien Dani que te va a hacer falta en la subida a Cotos, Óscar declina mi ofrecimiento de una segunda barrita energética y luego lo pagará…
Dejamos Rascafría y nos tiramos a por Cotos, vamos ganando altitud poco a poco, es falso llano en subida, pero llevamos el viento a nuestra espalda y se hace muy cómodo. Las primeras rampas de Cotos no me impresionan, son 4-5km en subida, sí, pero voy cómodo.
“Todavía no ha empezado el puerto…” me avisan
Y llega el primer cartelito: “10km a puerto, 8%...” Empieza lo bueno.
Aquí ya sí que no hay descanso, curva, curva, curva y subida, subida y subida. Todo el desarrollo metido y el velocímetro no pasa de los 7-8kmh (iría más rápido andando, pienso),  voy a trompicones. A veces pillo un ritmito adecuado y otras veces lo pierdo, en cuanto me levanto del sillín voy de lado a lado y el corazón se dispara. Los primeros 3km de los diez que quedan se me hacen eternos, llegamos a un pequeño “descanso” de unos 500m y otra vez a subir sin parar, te quedan 6km y pico, casi 7km hasta la cima, vamos campeón!!
Sufro mucho, pero voy bien, Óscar va el primero, pero no muy lejos, apenas 100m por delante, pienso que me está esperando (luego me enteré que no, que él iba mucho peor que yo), le recupero terreno y se vuelve a ir un poco, mientras Manolo va a mi lado, jugando, pega un acelerón, llega hasta Óscar y luego se deja caer hasta mi posición, él sí que iba relajado…
No mentiré, fue duro, se me hizo larguísimo, hora y pico de subida sin descanso, pero lo aguanté bien, no flaqueé, tenía piernas suficientes. Iba lento, a velocidades ridículas, pero iba, no vi peligrar el final de la ruta en ningún momento. Eso sí,  y supongo que el comentario que voy a hacer a continuación podrá ser polémico, ahora entiendo un poco a los ciclistas profesionales que se dopan. No veo inhumano subir uno, dos o tres de estos puertos en el mismo día. Se puede hacer, yo lo he hecho y no es para tanto. Lo que es inhumano es hacerlo a las velocidades que lo hacen, y hacerlo durante tres semanas seguidas. Eso sí que es inhumano, eso no hay cuerpo humano que lo aguante a base de geles, barritas energéticas o bocadillos de panceta. No justifico el doping, ni mucho menos, pero entiendo que a alguien se le pase por la cabeza, eso es todo.
Volviendo al tema que nos ocupa, hemos coronado Cotos, y hacemos la última paradita y última visita a la fuente para repostar agua.
Otra fotito en el Alto de Cotos.
 

Hace frío aquí arriba, casi 1900m de altitud y está aún hay bastante nevado por muchos sitios. He olvidado comentar que en toda la ruta el paisaje ha sido espectacular, precioso. Los ríos y arroyos a reventar de agua, increíbles las cascadas del arroyo Peñalara, todo está súper verde, muy, muy bonito. Una maravilla, oiga.
Llaneamos hasta el puerto de Navacerrada y de allí “bajada loca” hasta Los Molinos y Collado Mediano, fin de la ruta.
En el llano Óscar se queda, va jodido, paramos y está pálido “Estoy vacío” comenta.
“Ajajá, te lo he dicho, no has querido comer de mis geles y barritas, vas de listillo y machote y ahora lo pagas…”
Le doy un gel, pega un traguito de agua y aflojamos la marcha hasta Navacerrada.
Desde Navacerrada a muerte los tres hacia abajo. Brutal, mi mejor experiencia en bicicleta hasta la fecha. Simplemente salvaje. Al principio voy con algo de cautela, por aquello del dolor de muñeca y eso, pero luego le dan por saco al dolor, veo que Manolo se escapa, copio la posición que lleva en la bici, y cada vez cojo más y más velocidad….BANZAI!!
65-70-75kmh, vamos, un poco más, 77-78-79….80kmh!! Madre!! Bajamos solos, no baja ningún coche con nosotros, y casi que mejor, porque voy ocupando todo el carril, aunque sinceramente no creo que un coche pueda seguirnos con esas curvas y a esas velocidades.
Qué pasada de bajada, 15 kilómetros que pasan en un santiamén, atravesamos volando Los Molinos y desde allí último descenso hasta Collado Mediano, dándolo todo. Óscar ha “recuperado el sentido” en la bajada y también la sonrisa, "menos mal que tenías el gel, gracias" me dice. De nada majete, a mandar, que para eso estamos. Acaba la ruta tras 5 horitas nada más y nada menos. Buena "tunda" nos hemos pegado.

 

Me ha encantado la ruta, repetiremos Manolo, y habrá que mejorarla y hacerla más dura, pero poco a poco, poco a poco…
Hasta que reciba el próximo mensajito de alguien retándome, básicamente.




RESUMEN DE LA SEMANA
LUNES: 35km bici de montaña + 2600m piscina
MARTES: Partido de baloncesto (y muñeca estropeada)
MIÉRCOLES: 40’ carrera continua (con cuestas)
JUEVES:  45’ carrera (incluyendo fartlek y cuestas)
VIERNES: Sesión de fuerza con INSANITY (Max Interval Plyo). Muñeca definitivamente destrozada
SÁBADO: 10K running @4’30”/km
DOMINGO: 115km bicicleta

miércoles, 22 de mayo de 2013

THIS IS INSANITY

INSANITY.
Algo con ese nombre no puede ser nada bueno, me dirás. Bueno, en parte tienes razón. También te diré que ha cambiado radicalmente mi forma de entender el trabajo “de fuerza”, lo que toda la vida se ha llamado “hacer pesas”. Porque INSANITY es hacer pesas sin coger NI UNA SOLA PESA, no hay “gadgets”, no hay máquinas ni cacharritos de ningún tipo. Sólo tú y tu cuerpo, y un “negrito” supercachas en un vídeo que no para de repetirte “YOU CAN DO IT”, aunque tú no tengas tan claro que realmente seas capaz de hacerlo.
Llevo desde que tenía 25 años haciendo pesas irregularmente, con periodos en los que me da muy fuerte, me apunto a un gimnasio con muchas ganas y me pongo en forma y fuertote,  y otros periodos en los que me abandono,  me entrego al sofá, la dejadez  y la desidia para convertirme en un enorme cachalote deforme y fofo. Y es que hacer pesas me aburre soberanamente. Me aburre ir al gimnasio, me aburre el ambiente de los gimnasios, me aburre levantar las pesitas, no soporto a los “cachitas” de gimnasio clembuterolizados y proteinizados, no soporto sus conversaciones superfluas y estúpidas, sus poses ante el espejo y sus andares de permanente culo escocido. Aún así, antes de llegar INSANITY a mi vida, de vez en cuando me tapaba la nariz, hacía de tripas corazón y me apuntaba a un gimnasio cada vez que “la cosa del peso”  y la (mala) forma física se iba de madre.
El año pasado me fui a vivir y a trabajar unos meses a EEUU, a San Francisco concretamente. Como era un tema de pocos meses  en principio y realmente no se sabía cuánto tiempo estaría allí me fui solo, sin Ruth. Vivía en La Marina, posiblemente el mejor barrio de la ciudad (aunque me dejo para un próximo post hablar de la vida en San Francisco), con el puerto deportivo en la puerta de mi casa y al fondo el ultra famoso y super conocido Golden Gate Bridge, hacia el que me dirigía cada mañana en mi “jogging” matutino. Además de correr e ir a trabajar resulta que “de vez en cuando” salía a tomar algo por ahí,  “a que me diera el aire”, no todo en la vida va a ser trabajar y trabajar.
Una de esas noches llegué “contentito” a mi apartamento, sería como la 1am y puse la televisión. ¿Y qué hay en las pocas cadenas públicas de televisión americana a esas horas…? Efectivamente, EL TELETIENDA. Lo reconozco, me estoy medicando, estoy en tratamiento y me lo estoy haciendo mirar, pero si llego a casa y he bebido me encanta sentarme frente al televisor y tragarme el teletienda. Lo compraría todo, los cuchillos japoneses, el asador de pollos por convección de aire (¿cómo he podido vivir hasta ahora sin el asador de pollos, Dios mío?), las máquinas de zumos y los cortadores de todo tipo de frutas y hortalizas con cuchillas con formas de corazón…y qué majo es el cocinero bigotudo haciendo las demostraciones…!!  En estas estaba cuando aparece Shaun T., un negraco supercachas todo sudado y me mira fijamente y me dice “WELCOME TO INSANITY, THIS WORKOUT IS NOT FOR EVERYONE, BUT IF YOU ARE ABLE TO FOLLOW IT, YOU WILL GET INTO THE BEST SHAPE OF YOUR LIFE” (algo así más o menos como que este entrenamiento no es para todo el mundo pero que si soy capaz de seguirlo estaré en la mejor forma de mi vida). Y me lo decía a mí, me miraba fijamente a los ojos a través de la pantalla, amenazante, serio,  sólo le faltó decirme “No tienes huevos…” Acabáramos, te has “cagao” Shaun T.


Descolgué el teléfono y llamé, que no tengo huevos dice el “pájaro”….
“Señorita, buenas noches, póngame cuarto y mitad de INSANITY, please…”
“ ¿que son 150 dólares? Cómo éstos!! Será por dinero, aceptan tarjeta?…”
Pasó una semana y por supuesto me había olvidado completamente del tema, hasta que llegó un paquetito a la oficina a mi nombre…”OSTRAS, el INSANITY, al final lo compré…”
Así que llegué a casa después del trabajo y abrí la cajita, diez DVD’s, un librito con recetas de cocina, un poster-calendario de entrenamientos y panfletillos varios. Puse el primer DVD, en el que Shaun T.  te explica de manera relajada, sentado en las gradas de algo así como una cancha de baloncesto, qué es esto del INSANITY. Lo primero que aparece es un DISCLAIMER, un aviso advirtiendo que el programa no es para todo el mundo, que hay que estar previamente en suficiente buena forma, que si sufres de rodilla, espalda, mal de amores o fimosis que ni se te ocurra iniciarlo y tal y cual…
Yendo al lío, resulta que es un programa de 60 días, sin descanso, entrenas todos los días combinando los 10 DVDs que por el módico precio de 150 pavos te has comprado. Me dice Shaun T. que se basa en el método de entrenamiento llamado “MAX INTERVAL TRAINING”
“ Ah, pues muy bien, ya me quedo mucho más tranquilo…”
…”Y eso qué lo que é…?”
 MAX INTERVAL TRAINING básicamente es entrenar “a toda leche” durante un buen periodo de tiempo y luego descansar muy, muy poco, apenas 30segs, para volver a subir la intensidad al máximo, y así repetidamente. En definitiva vas “a muerte” hasta que el corazón se te va a salir por la boca y justo antes de sufrir un infarto descansas 30 segunditos y así una y otra vez. Justo al contrario de otros métodos de entrenamiento más tradicionales en los que el ritmo es constante y digamos “asumible” durante la mayor parte del tiempo y alternas con periodos cortos de “alta intensidad”. Aquí es al contrario, vas al máximo mucho rato y descansas muy poquito. Sin pesas, sin gadgets, ni gomas, ni cintas ni aparejos de ningún tipo. Como ya he dicho antes, TÚ Y TU CUERPO, combinando saltos, sentadillas, flexiones de todo tipo, ejercicios de boxeo, posturas de yoga y todo tipo de coreografías cada vez más complicadas. En el fondo es hacer las clases de gimnasia de mantenimiento “de toda la vida” sólo que a toda velocidad, como si la vida te fuera en ello. Y todo, querido amigo, en sólo 45 minutos durante los vídeos del MES 1 y 60 minutos durante el MES 2. Eso si tienes lo que hay que tener, porque efectivamente tienes que echarle un par de gónadas si quieres acabar cualquiera de las sesiones de vídeo, sobre todo al principio…


No te voy a dar más pistas, entra en Youtube, estimado lector y échale un vistazo. Si te atreves, puedes pedirme los vídeos (solo en Inglés, por cierto), yo sólo te digo que FUNCIONA, que efectivamente vas a estar en la mejor forma de tu vida y más fuerte que el vinagre. Ahora bien, las primeras semanas vas a alucinar en colores y te cagarás en la madre de Shaun T. setecientas veces siete, pero como el propio Shaun T. dice:
THIS IS INSANITY

El nombre no es casualidad, porque efectivamente es una locura.

martes, 21 de mayo de 2013

VOLVIENDO A LA NORMALIDAD

Vuelta a la normalidad. Tras dos semanas de recuperación tras el medio Ironman de Lisboa, bastante caóticas a nivel de entrenamientos, no porque no haya entrenado, sino porque lo he hecho un poco “a lo loco”, sin seguir un orden lógico, según me iba pidiendo el cuerpo una u otra cosa, toca ahora regresar al plan y poner el cerebro en modo IRONMAN.  Estas dos pasadas semanas habré nadado en total unas cuatro veces, un par de días cada semana, salido a correr otras tantas, incluyendo una carrera popular de 13km bastante dura, con un perfil salvaje y cogido la bici otro par de días, en salidas cortas, de 40-50km, complementando con “spinning” en casa y dos o tres sesiones de  fuerza con INSANITY, al que trataré de dar algo de peso a partir de ahora (sigo debiendo un post sobre INSANITY, así que trato de prepararlo esta semana).
Ahora toca regresar al plan estructurado, recuperar el orden y el sentido. Se acabaron las celebraciones del título de Copa tras la victoria del Atleti (AÚPA ATLETI). Dejaremos de ser portada, excepto para colocar a Falcao en otros doscientos equipos,  el “Madrí” volverá a ser protagonista, sabremos con detalle que hace Mou en sus últimos días como entrenador madridista, si viene Ancelotti, Klopp, Raúl o Antoñita la Fantástica para coger al equipo, y finalmente en dos semanas nos olvidaremos del fútbol hasta dentro de unos meses. Es tiempo de dejarse de distracciones y centrarse en el triatlón, para tratar de bajar las doscientas cervezas y gintonics que me he tomado con la excusita del “fúrgol”, es increíble lo rápido que he cogido kilos en estos tres días, así que vuelta a la moderación y al modo de vida sano, al menos hasta la siguiente excusa…
En principio a nivel laboral parece que voy a viajar muy poco o nada a Alemania a partir de ahora, algo que aparentemente beneficiará a mi entrenamiento. Veremos cuánto dura y si realmente acaba beneficiándome, como ya dije en un “post” anterior nunca hay que dar nada por sentado, y en el trabajo aún menos. Pero bueno, a priori estar en Madrid todos los días me permitiría introducir sesiones caseras matutinas de “spinning”, no como hasta ahora, cuando únicamente podía tocar la bici los fines de semana. Veremos que nos propone el segundo bloque del plan de entrenamiento propuesto por la web del IBERMAN, plan que hasta la fecha trataba de seguir “más o menos” y que ahora intentaré que sea mi “Biblia” de entrenamiento. El plan consta de dos bloques, el inicial era de preparación para el medio Ironman que la franquicia celebró el 11 de mayo. El segundo bloque es ya el específico para el Ironman del 5 de octubre, teniendo en cuenta que el primer bloque serviría como base de preparación. Dado que yo hice el medio Ironman una semana antes, el 4 de mayo, ahora tengo una semana de desfase. El plan se encuentra en la segunda semana de recuperación tras el “medio” y yo ya estaría en la tercera, pero es de suponer que en breve ya estaremos “todos recuperados”, de modo que podré seguirlo al pie de la letra.
A nivel competiciones tengo un par de triatlones “olímpicos” en el horizonte, el primero de ellos en apenas dos semanas, el 1 de junio, en la Casa de Campo, coincidiendo con la celebración de las Series Mundiales de triatlón en Madrid. Participarán los mejores en la especialidad, los hermanos Brownlee, Gómez Noya, Alarza, Raña, etc. Así que nada, primero le daré yo un par de tragos al asquerosa agua del lago de la Casa de Campo y ya les comentaré mis impresiones a los “pros”, que competirán a continuación. Será mi estreno en la distancia, y nuevamente me genera incertidumbre, ya que me han comentado que los triatlones olímpicos son aún más estresantes en todas las disciplinas, la consabida guerra en el agua por lo visto aquí es peor y la bici y carrera a pie son “a saco”, sin descanso, la gente va “a tope” todo el rato. Bueno, veremos qué tal se nos da, no voy a hacer ningún entrenamiento específico para esta distancia, lo que tenga que ser, será. Lo único que he hecho es otro “simulacro” en la piscina de la distancia a nadar, 1500m, y me salieron 28’20”, bastante en línea con el que hice sobre 1900m para el medio Ironman. Eso quiere decir que no he mejorado demasiado, pese a nadar 400m menos, pero bueno, supongo que es lo que hay. Esta semana haré otro simulacro, tratando de forzar un poco más, y listo para la batalla, que por otro lado trataré de evitar en la medida de lo posible abriéndome en la salida, esquivando así “zonas de conflicto”. A pesar de eso algún “viaje” me llevaré, seguro. Jesús, ya me estoy estresando.
Y luego el circuito de bici de la Casa de Campo, estrecho, ratonero y duro, con nosecuántas subidas al cerro Garabitas, que se las trae el “cerrito”. Cuando lo hice el año pasado en mi debut en distancia “sprint” acabé muerto, y así me pasó luego corriendo, que las piernas no me respondieron y acabé arrastrándome los 5km. A ver si tengo la fortuna y piernas suficientes para unirme a buen grupo (en distancia olímpica SÍ se puede chupar rueda), y que me lleven la mayor parte de los 40km. Luego los 10km de carrera a pie trataré de sobrevivir “as usual”. Intentaré meter otro simulacro de transición “bici-carrera” este fin de semana, tratando de habituarme a la extrañísima sensación en las piernas, cuando apenas puedo mantener el equilibrio.
Repetiré distancia y escenario a finales de junio, el 29, durante la disputa de las “Wild Wolf Series”, espero que se me dé mejor que la anterior, aunque ya digo que el triatlón olímpico no es mi objetivo, al menos este año. Aún así, a final de año ya habré probado todas las distancias, una vez haya SEGURO terminado el Ironman,  de modo que podré decidir cúal de ellas es la que mejor se adapta a mis (escasas) condiciones.
De los triatlones olímpicos de este próximo mes de junio el principal aliciente es que compartiré salida por primera vez con gente de mi club (CDE Triatlón La Sagra de Illescas), los Rober, Fran, Kike, Noel y compañía, así que genial, porque competir solo es un poco rollo. Podremos animarnos unos a otros en la bici y la carrera, y por supuesto algo de “pique sano” habrá (aunque en el agua, queridos colegas, el que me toque es triatleta muerto, aviso), pese a que aquí cada uno lleva su particular guerra y en general somos todos bastante novatos, de modo que bastante tendremos con llegar vivos a meta y comentar la jugada en torno a unas buenas cervezas en los chiringuitos de la Casa de Campo, que es fundamentalmente a lo que vamos, está claro.

martes, 14 de mayo de 2013

TODO LO QUE "NO" DEBES HACER EN UN TRIATLÓN (Y algo de lo que "sí" debes hacer, si me permites el atrevimiento).

Tras la paliza de Lisboa me he tomado una semana de relax, físico pero también mental, así que perdone el lector que no haya actualizado el blog en los últimos días. Una semana en la que extraer conclusiones acerca de lo que ha significado mi participación en la prueba, analizar qué se hizo bien y qué se hizo mal, y tomar nota de esto último, para que en la medida de lo posible no se vuelva a repetir. Será difícil, porque Fonseca es el único animal que tropieza 2628 veces en la misma piedra, pero quizá haciendo públicas mis “torpezas” y dejándolas escritas en este blog, consiga al releerlas que la “cosa” cuaje en mi alocado cerebro. Si además consigo que otros trialetas novatos, o no tan novatos se valgan de mi (in)experiencia para evitar dichos errores pues “mira tú qué bien, no?...”. Pues nada, allá vamos:
1.- Te has cansado de leerlo en revistas, blogs y mil sitios de internet, pero no has hecho ni caso. NO IMPROVISES NADA EN COMPETICIÓN, NO UTILICES NADA QUE NO HAYAS PROBADO ANTES. Y cuando digo NADA es NADA, ni ropa, ni artilugios en la bicicleta, ni comida ni nada de nada, todo ha de ser probado antes. En mi caso cometí varios errores en este sentido, pero el más importante fue no haber probado el doble portabidón trasero “a plena carga“. No tuvo mayor incidencia, pero pudo haberme costado caro. Si en las semanas previas hubiera probado a llevar llenos los tres botes de líquido que pensaba llevar en la competición, uno de isotónico en el tubo diagonal más dos de agua detrás del asiento, me hubiera percatado de que el tornillo de sujección no estaba correctamente apretado y no aguantaba el peso de los bidones. Menos mal que en Lisboa el avituallamiento estaba relativamente cerca, cada 22km en cada vuelta, y tras beberme el isotónico puede cambiar el único bote que pude llevar por otros de agua que proporcionaba la Organización (por cierto Dani, la próxima vez deshazte del bote cerca de donde están tus familiares y amigos, para que así puedan recogerlos ellos, te han costado su dinero, algunos tienen incluso su valor sentimental y no sé en qué estabas pensando cuando lo arrojaste 3km antes “in the middle of no-where”). Ruth me lo hizo saber nada más terminar la prueba, “Y por qué no me lo has dado a mí? Todo el mundo los tiraba cerca de los suyos, para que lo recogieran...” “Pues también es verdad, darling, es que tengo la cabeza únicamente para llevar pelo, sabes?” (y cada vez menos...).
También estrené la visera IRONMAN blanca, debí probarla antes, pero bueno al tacto parecía muy suave y sí revise que no tuviera costuras que pudieran provocarme rozaduras. No hubo problemas con ésto, pero mejor es no arriesgarse y haberlo probado todo antes. También la comida, incluso los geles. Aquí sí hice bien y llevé mis propios geles y barritas, rechacé los de la Organización durante la media maratón porque cualquiera sabe el efecto que pueden tener en tu cuerpo, sobre todo en larga distancia y con el cuerpo sometido a tanto esfuerzo y tan prolongado. Si antes de una prueba puedes saber de qué marca van a ser los geles y barritas mejor que mejor, así puedes comprar del mismo tipo antes y ver si te sientan bien. En otro caso lleva “tu marca”, llevarás más peso encima, pero al menos sabrás qué efecto tienen.
2.- Sé previsor. Lleva dos pares de todo aquello que sea susceptible de romperse, perderse o demostrarse que no es adecuado para la carrera. Me refiero a gafas de natación y de sol, medias compresoras, calcetines, y zapatillas!! En mi caso perdí las gafas de sol y pude “subsanarlo” haciendo que me compraran otras en carrera, pero sobre todo la pifié en la elección de las zapatillas. Si solo tienes unas zapatillas para correr pues no hay más “tu tía”, pero si cómo en mi caso tienes varias y tiendes a utilizar zapatillas más “minimal”, más “voladoras” en competición, lleva otras con más amortiguación por si acaso, no vaya a ser que, como me pasó a mí, descubras que el terreno no es tan liso como lo esperabas y acabes sufriendo las consecuencias. Revisa bien la bici, aprieta bien todos los tornillos o haz que un profesional la revise la semana antes de la competición.  Lleva recambios, yo diría que incluso de cubiertas (yo no llevé, teniéndolas), cámaras por supuesto. Siempre hay cosas que puedes comprar los días previos, está claro, pero si ya lo tienes, llévalo
3.- Entrena bien las transiciones, y no sólo las “deportivas”, cambiando de una disciplina a otra lo más rápidamente posible para experimentar las reacciones de tu cuerpo en el cambio, sino también las “logísticas”. En mi caso no ensayé tener el material previamente preparado en un cesto o similar para ver cuánto tiempo tardaba y la mejor manera de colocar el material en dicho cesto, y así conseguí ser EL MÁS LENTO de todos los participantes en la T1 (7 minutazos, vamos sin prisa ninguna) y también de los peores en la T2 (aunque ahí mejoré algo). Y este ensayo no te olvides incluir la práctica de sacarte el neopreno, darte crema para el sol (sin tocarte las gafitas, que luego te haces toda la carrera a pie que parece que estás viendo el Canal+ codificado) y en definitiva todos y cada uno de los movimientos que harás también en competición. De nada te sirve intentar nadar 2min más rápido que tu mejor marca si luego lo echas todo a perder haciendo el “capullo” en la transición. No me atormento por ésto, era la primera vez (bueno, la segunda) y tenía claro que no iba a estresarme en las transiciones, pero tengo que mejorar en todo y también en este aspecto, se pueden ahorrar unos cuantos minutos. No olvides también usar guantes de látex para aplicarte vaselinas y cremas, sobre todo antes de nadar, para que no afecte al “arrastre” de agua cuando nadas. Y si ya la has cagado, también recuerda que la orina es una buena solución (mejor que el agua, COMPROBADO...).
4.- No des nada por sentado, pregunta, pregunta y pregunta (y escucha, escucha y escucha...). Es preferible ser un “pesado” y aburrir al personal con preguntas y dudas que ir de “listillo” y que luego te pase lo que a mí en el “check” del material. Ante la duda, lleva TODO lo que vayas a utilizar a la zona de transición, ya sabes “más vale que sobre...”. Por si acaso, llega con tiempo a la zona de transición, si te falta algo que tengas tiempo suficiente para solucionarlo y que no te pille luego “el toro”.
5.- Decide cómo quieres tomarte la natación. Si para ti es un trámite previo al resto de la competición, te aconsejo que te abras y empieces en el lado opuesto al giro de las boyas, evita la pelea y los golpes, es estresante, asfixiante e incluso peligroso. Nadarás más metros pero te asegurarás una prueba más tranquila. Si por el contrario crees que puedes hacerlo realmente bien en esta prueba busca posiciones delanteras y SAL RÁPIDO, muy rápido los primeros 300-400m (esto habrá que ensayarlo claro). Cuanto más puedas aguantar este fuerte ritmo inicial menos rivales tendrás con los que pelearte luego, es de perogrullo pero es así. A pesar de eso, BE NICE!! Sé amable, ésto no es un guerra, vas a tardar lo mismo adelantando por la izquierda o por la derecha que intentando rebasarme por encima, y en este ultimo caso me puedo cabrear y cagarme en tus muelas. En serio, estamos aquí para disfrutar, no para morir ahogados, no es broma. He leído esta semana que la franquicia IRONMAN estudia espaciar la salida de natación por marcas, como se hace en otras disciplinas, para que solamente gente de nivel parejo salga al mismo tiempo. Me alegro, me parece una medida muy acertada, el que quiera pelea que se apunte a boxeo o se vaya a las Cruzadas.
6.- En la bici come y bebe, es el mejor momento para hacerlo (y casi el único, en la carrera a pie puede que tu cuerpo no acepte ya nada de nada). Dále fuerte en mitad del sector pero guárdate fuerzas para después, te harán falta (yo no lo hice).
7.- En la carrera a pie, SOBREVIVE. No puedo decirte más, bueno sí, entrena muy, muy bien la segunda transición, el cambio de la bici a la carrera, porque las sensaciones son muy raras y cuesta acostumbrarse. Entrena tu cerebro para esta parte de la carrera, es algo ya sabido por todos, pero reincido en ello. PENSAMIENTO POSITIVO, no pienses en lo que te queda hasta pasada la mitad de la prueba, no te quedan 14 kilómetros sino que LLEVAS YA 7km, a partir de la mitad sí ya puedes restar, poniendo siempre el “SÓLO” delante, quedan SÓLO 6, SÓLO 5...Establece micro-retos si estás tentado de pararte, y luego ve a por el siguiente micro-reto...”Llego a esa farola y me paro..bueno no, un poco más allá, hasta aquel árbol...”. FUNCIONA.
8.- SONRÍE Y DISFRUTA. Incluso del sufrimiento, recuerda por qué estás ahí, acuérdate de lo que te ha costado llegar,  valora también lo bien que te sientes haciéndolo, cómo ha cambiado (para bien) tu cuerpo y tu mente en el proceso. La competición es únicamente una parte más de este proceso vital en el que  te has metido. SONRÍE Y DISFRUTA, incluso si no lo estás haciendo bien, si las fuerzas te flaquean, extrae también lo positivo de ello, Piensa en Chrissie Wellington cuando ésto ocurra. A Chrissie Wellington la tuvieron que sacar del agua en su primer triatlón de puro agobio. Luego ha arrasado en todo lo que ha hecho, 4 veces campeona del mundo IRONMAN e IMBATIDA en esa distancia, siempre que ha corrido los 226km ha ganado. Se ha retirado hace poco, invicta, y ha dejado marcas propias de Hombres. Tú nunca lograrás lo que ha conseguido Chrissie Wellington, pero sí puede imitarla en un aspecto:
SONRÍE Y DISFRUTA. Ella siempre lo hizo. (Recomiendo ver sus vídeos, IMPRESIONANTE).

martes, 7 de mayo de 2013

LISBOA INTERNATIONAL TRIATHLON 2013: LA MADRE DE TODAS LAS CRÓNICAS

Y llegó el gran día!!
Y por supuesto la noche anterior no dormí absolutamente nada, era previsible. Tumbado en la cama repasaba mentalmente toda la lista de cosas que me tenía que llevar a la zona de transición y si había revisado la bici correctamente o no. No dormía y eso hacía a su vez que Ruth no durmiera, de modo que en un proceso de retroalimentación infernal mi nerviosismo aumentaba su nerviosismo, que a su vez potenciaba aún más el mío, una locura vamos. Me debí levantar para ir al servicio unas doce mil cuatrocientas veces para orinar, para únicamente efectuar micro-micciones estúpidas. Menuda nochecita, y cuando por fin logro conciliar el sueño le da por sonar al despertador...pues nada, arriba!!
No me preocupa excesivamente no haber dormido, los días anteriores he descansado bien, no será un problema. A las 5am he quedado con Rob a desayunar, es curioso ver el comedor del hotel lleno de gente a esas horas. Castigo a Rob con la última batería de preguntas “Cómo has organizado las bolsas de la transición?...” “ Te llevas todo desde el principio...?”  “Hacemos el check-in de la bici y luego volvemos al hotel...?”. Pacientemente, y con parsimonia inglesa me cuenta lo que él va a hacer, bueno no sé si la parsimonia tiene que ver con la nacionalidad o es que son las 5am, que también puede ser. Lamentablemente no interpreto bien sus indicaciones, de modo que decido llevar todo a la zona de transición menos lo que voy a usar en la natación (gorro, gafas, mono de triatlón, neopreno), que me lo pondré más tarde, una vez esté de vuelta en el hotel. Menuda cagada, llegamos a la zona de transición, son las 5:45am y está aún medio vacía. En el 1er control me preguntan por el gorro de natación y le digo que no lo he traído "...pues lo tienes que traer o ir a por él, sin gorro no pasas”. Rob me salva el cuello, tiene uno igual de hace dos años y aparentemente cuela. Llego al 2do control y ahí llega la debacle, una chica me pregunta en portugués por “la lycra, la lycra, dónde tienes la lycra...?”. Qué lycra? Mis pantalones vaqueros son 80% algodón y 20% polyester, nada de lycra, además eso de la lycra me suena muy rollo orgullo gay. Otra juez acude y me dice que con qué voy a nadar, que con la lycra se refieren al traje de natación, “...pues nadaré con el mono y encima el neopreno, claro, pero lo tengo en el hotel y...”
Y te tienes que ir al hotel a por todo, majete.
“No me fastidies, y puedo dejar aquí la bici...?” Pues resulta que tampoco, ellos no se hacen cargo de ella porque si le pasa algo patatín y patatán...Vuelve a cargar las ochocientas bolsas que llevaba, cógete la maldita bici (perdona Nekane por los insultos que te proferí, eran los nervios) y vuelve al hotel, ya con cada vez menos tiempo porque en la discusión con las jueces se te han ido 20 minutos, más otros 15 que te quedan al hotel de vuelta, sube, despierta a Ruth, coge todo, neopreno incluido (y dónde leches llevo yo ahora el neopreno? Lo pensaba llevar puesto a media asta, sin tener que llevar la bici a cuestas, claro)  y deprisa vuela a la transición, que estará ya por entonces llena de gente, lógicamente. Os podeis imaginar, queridos lectores, los nervios, empiezo a sudar como un pollo, se me caen las bolsas, la bici, se enreda una bolsa en la rueda delantera y la bloquea, tengo que sacar la rueda, volver a ponerla, ajustarla, jurar en hebreo, recoger las bolsas...y las gafas de sol? Dónde narices he puesto las gafas de sol?...genial, las he perdido por el camino, y por supuesto no tengo otras...mecagoen...bici y carrera a pie sin gafas de sol, estupendo.
En ese estado de “tranquilidad” llegué al hotel, tiré la bici en recepción, subí a la habitación, desperté a la pobre Ruth, compartí con ella mi maldita suerte...”y por qué no le has preguntado a Rob?” “Lo he hecho, pero he interpretado que no era necesario y...” En fin, qué más da, cojo todo y punto...Te has puesto los tatuajes con el dorsal...? Mierda, los tatuajes del demonio...por supuesto con el sudor que invade mi cuerpo se derriten y estropean al momento...remierda y me tengo que poner ahora las pantorrilleras de compresión, que van debajo del neopreno...santa madre de Deu, que se pare el mundo que me bajo.
Ya está todo, de camino nuevamente al matadero voy inspirando profundamente hasta recuperar la calma. La cola para hacer check-in llega hasta el infinito y más allá, pero al momento hay mucha gente detrás de mí...”Si yo no llego a tiempo ellos tampoco...” Mal de muchos, pero en ese momento me consuela. Las jueces me reconocen...llevas “tudo”..? que sííí, que esta vez llevo “tuuuudo”. OK, PASA. Y ya estamos adentro, por fin, qué pesadilla.
Coloco todo, me voy fijando en lo que hacen mis colegas-competidores a izquierda y derecha y lo copio, saludo, hola qué tal soy Dani, novato, se me nota en la cara, verdad? Voy a ponerme el neopreno, no, todavía no que la gente no lo lleva puesto. Pues me doy vaselina para los roces, genial, olvidé los guantes de látex... al momento recuerdo el mandato de Jorge, mi “profe” de natación, “no te des vaselina con las manos desnudas porque entonces deslizan y no arrastras agua...” Por qué lo haré todo al revés? Qué desastre, Jesús bendito.
Neopreno puesto, llevas el gorro, las gafas, el cronómetro, todo bien, hala, para afuera. Al momento ya me estoy meando, también era previsible. Verás tú que sencillo va a ser “hacerlo” con el neopreno y el mono encima. Queda media hora para la salida y calculo que orinaré unas tres veces en ese intervalo. Las cabinas están ocupadísimas y la cola es de las buenas, pero eso nunca fue una opción, anda que no hay árboles...
Veo a Jorge, el “profe” de natación, que compite en el recorrido corto, voy a darle la mano y me da el “ALTO, las manos son sagradas...”, dice, así que golpecito con el hombro, “suerte, eh?”, y a seguir mi camino. Inmediatamente me fijo en mis manos pringadas de vaselina, qué “espabilao el Jorge”...sigo caminando y pienso “ésto con pis se va, no...?” Dicho y hecho, mano de santo, ya puedo arrastrar bien el agua, Jorge. Y ya van tres veces que orino, quedaría una cuarta antes de empezar.
Según me acerco a la zona de salida arrancan los del recorrido corto, harán justo la mitad del nuestro, lo que sería ¼ Ironman. El formato es curioso, la mujeres salen con 12 minutos de ventaja en esa carrera, pero la clasificación sera única, la “Batalla de los Sexos” la han llamado. Supongo que quieren potenciar con esta modalidad la asistencia de chicas, que la verdad es bastante escasa. Tras los 12 minutos de rigor salen los chicos, y justo en ese momento la 1a de las chicas asoma por la rampa de salida de la natación, de modo que ésa será la diferencia que ellos tendrán que enjugar.
Nos dan la orden de prepararnos a los del recorrido largo, al agua patos!! Fría, muy fría es la 1a impresión, bueno, pero es soportable, pienso. Nuevamente me entrar ganas de desalojar líquido...”el neopreno es mío y hago lo que quiero...” Bien, hacía falta, ahora sí que estoy preparado, por cierto cómo floto!! La mezcla de agua dulce y salada de la desembocadura del Tajo hace que las piernas se vayan solas para arriba.
LA NATACIÓN
O debería decir más bien LA GUERRA. Cuando suena la sirena me doy cuenta de que estoy justo en el centro del meollo, arrancamos y al momento se produce un caos de espuma, intento avanzar pero es imposible, me choco con los de delante, y a su vez soy empujado por los de detrás. Pero no son empujones, no, son agarrones por los tobillos, gente que se apoya en tu espalda e intenta rebasarte por encima...mi nivel de estrés se dispara y soy incapaz de dar siquiera dos brazadas, decido irme hacía la izquierda, error, ahí está todo el mogollón, sigo recibiendo muchísimos golpes, el corazón me va a mil por hora y no avanzo...mecagoen...furioso bato piernas como un loco, y lanzo los brazos hacia delante sin importarme lo que pille por delante. El primer largo (unos 400m de un rectángulo al que tendré que dar dos vueltas) es un infierno, no acabo de encontrar el ritmo, el agua está fría, la gente me agobia, mi respiración entrecortada me agobia, se me cargan los hombros y me agobio...pero poco a poco voy avanzando y rebasando a gente. Primera boya a derechas y otra vez el lío, aglomeración de gente y yo justo pegadito a la boya. Golpes y más golpes, y a por la siguiente boya a unos 70 metros. En el largo de vuelta el tema mejora, tengo carril libre y decido “darle cera”, 400m seguidos casi sin incidentes y 3a boya...”pero de dónde ha salido toda esta gente...? hace un segundo nadaba solo...” Vuelta la burra al trigo, mamporro va, mamporro viene. 4a boya y empezamos la segunda vuelta, levanto la cabeza y reconozco a Rob que nada justo a mi lado...”pues no debo ir tan mal, entonces...”. La segunda vuelta es algo más tranquila, pero sólo “algo”, el cansancio va haciendo mella y ya no tengo muchas ganas de pelearme, me abro siempre que puedo aún a costa de acabar nadando más metros. Visualizo la boya naranja que hay que coger a izquierdas y que marca el final del segmento de natación, ALELUYA. Vistazo al reloj, 37 minutos y pico, bien, visto cómo se ha desarrollado el tema. Y no me ha gustado nada “cómo se ha desarrollado”, me ha parecido sinceramente vergonzoso. El personal se parapeta en el anonimato que le da un traje negro, un gorro y unas gafas para hacer lo que le da la gana, me río yo del “fair play” y la competencia sana. Me vuelve a parecer vergonzoso que se preocupen en exceso de sancionar el DRAFTING (“chupar” rueda del que va delante en el sector de la bici) y no se haga nada con una pelea de “navajeros” en el agua. Coño que te puedes ahogar o como mínimo pasar un mal rato. En cambio en la bici tienes que ir calculando el espacio con el de delante viendo si dejas un rectángulo de 12x3m y si la hipotenusa al cuadrado es igual a la suma de los catetos al cuadrado. Comentando al día siguiente la jugada con mi amigo Kiko, y explicándole el mal rato vivido, me tacha al personal de “incívicos”...¿Incívicos? eso es piropearles, “salvajes” es un término que se ajusta mucho mejor.
Bueno, que ya estoy fuera y enseguida veo a Ruth que cámara en ristre comienza el book de fotos, ya me he quitado el neopreno de cintura para arriba y me paro a posar, sonreír y mostrar “mi lado bueno”. “¿Qué tal?...” “Bien, bien...(bien jodido)”




T1
La primera transición me la tomo con calma, termino de soltar el neopreno, se me da bastante bien, primero el casco, después me coloco maillot marca IRONMAN y culotte sobre el mono, que Nekane en 90km pasará “factura” en las posaderas. Cojo a Nekane, doy un trago de agua (por cierto olvidé mencionar que mi doble portabidón trasero se soltó y se me caían los botes, así que saldría solo con el isotónico, sin agua, otra cagadita) y para afuera. 7 u 8 minutos, muy lento, pero eso no me va a preocupar ahora. Mierda, he olvidado el GPS y la banda pectoral...



LA BICI
Aún con la frustración de la natación empiezo el circuito de 22,5km, sabiendo que es eminentemente llano. Con la rabia consumiéndome por dentro empiezo a bajar piñones y voy “a saco”. Todo el tiempo acoplado, alternándolo con agarre en la curva del manillar, pero siempre manteniendo una postura agachada lo más aerodinámica posible. Llego a la única subida reseñable del recorrido, 1 km y pico no muy duro pero sí suficientemente exigente. No quito el “plato” y lo hago del tirón. Giro muy cerrado a izquierdas y bajar en sentido contrario, por el otro lado de la autovía. La verdad es que es un gustazo circular en un circuito cerrado al tráfico, tres carriles por sentido para ti solo, con espacio suficiente para todos, donde puedas evitar la tentación de caer en el maldito DRAFTING. Completo la 1a vuelta a 31kmh de media y por tanto en menos de 45min, que es lo que le dije a Ruth que tardaría por vuelta. Voy bien, muy bien, quizás demasiado fuerte, pienso. Ahí está Ruth que me espera para las fotos de rigor y otra vez a posar...¡¡CHEEESE!!



En la segunda vuelta noto que me empiezan a fallar las fuerzas, apenas he comido y bebido, de tan emocionado que iba. Aflojo un poco y como y bebo, el isotónico por cierto está asqueroso, en la 3a vuelta lo cambiaré por agua. La subida ya no es “a plato”, tengo que tirar de “molinillo” pero a medio cassette, aún así voy bien, creo. Me pasa mucha gente en la subida, a los que arraso luego en la bajada, porque estoy medio loco y me lanzo a tumba abierta. Nekane se está portando y acabamos juntos la vuelta unos segundos antes de los 45min. Sigo clavando lo previsto, la media ha bajado a 30,6kmh. Veo a Ruth y tengo una gloriosa idea “Cómprame unas gafas de sol, YA!!”
Tercera vuelta y las fuerzas que vuelven, al menos en el llano, porque en la subida ya tengo que meter todo, el piñón del 25 y porque no hay un 28 ó un 208, que si no también lo metía. Me siguen pasando y los sigo cogiendo en las bajadas. Ya más o menos te das cuenta de que vas con la misma gente, jugando al gato y al ratón, te paso, me pasas, te paso...de este modo acabo la vuelta y Ruth me espera con las gafas, buena recepción de las mismas en marcha y a por la última vuelta ya sin parecer un chino de tanto cerrar los ojos por el sol. La media ha bajado a 30,1kmh, pero ahí estamos...
Vuelta final de supervivencia, decido aflojar acordándome que me quedan 21K de carrera a pie. La subidita ya parece el Tourmalet y en la bajada no voy tan rápido, hay que economizar. Acabo en 3h clavadas, bueno un poco más porque el acceso a la transición es un poco largo, con sus malditos adoquines y el de delante, que va de listo y se quita las “zapas” sin sacarlas de los pedales, casi se calza una buena leche y estoy a punto de comérmelo.
Muy contento con el sector de la bici, realmente lo he disfrutado, me ha parecido a ratos que volaba y he aguantado muy bien la posición “aero”. Me doy un notable alto. Lo he dado todo y poco más hubiera podido “rascar” aquí.




T2
Suelta a Nekane, quítate el casco, culotte, y maillot, sueltas las “zapas” de la bici, date crema para el sol (pero no seas cafre hombre y no te toques las gafas con las manos llenas de crema)...¿dónde está la visera con el logotipo IRONMAN que me compró Ruth en Lanzarote? Ah, aquí está, damos la vuelta al portadorsal, nos calzamos las Zoot y ¿a...correr?
CARRERA A PIE
Pues va a ser que correr hoy no, me he debido dejar las piernas olvidadas en la transición, porque éso que tengo por debajo de la cadera son dos trozos de plomo que lastimosamente intentan arrastrarme por el sendero. Tranquilidad, ya sabes que la sensación tardará un par de kilómetros o tres en desaparecer. Por cierto me hago pis desde la 1a vuelta de bici, así que hay que parar o reviento. Por supuesto la cabina está ocupada, pero decido esperar. Eso me supone perder 5 minutos, porque el de delante tardó lo suyo y yo tardo lo mío. Qué más da, ya me he dado cuenta de que los 21K van a ser un suplicio y el tiempo invertido será un desastre, se tratará de sobrevivir y llegar como sea, olvídate del cronómetro (por cierto, me he vuelto a dejar olvidado el GPS...). Salgo del “tigre” y las piernas han cambiado, pero no para bien, el momento “plomo” ha sido sustituido por el momento “gelatina” y tengo que acordarme de lanzar la pierna izquierda después de la derecha porque en otro caso me voy al suelo de morros fijo. Madre mía lo que me espera, y con este calor...



Porque hace un calor que te mueres, veintimuchos grados, bebo agua, cocacola, pillo todo lo que me dan, llevo dos geles calentorros en la mano, pero los guardo para más adelante. Termino la 1a vuelta de esta tortura y empiezo la guerra psicológica con mi cerebro "ya llevas 5,5km" y el cerebro me responde "no, aún te quedan tres vueltas igual o peor". Esto es así, pero afortunadamente la carrera a pie es lo único que no es nuevo para mí, ya he pasado por la situación miles de veces. En esto que veo a Rob en sentido contrario caminando (¿pero qué hace aquí? Ya debería haber terminado, "ufff" pues también debe ir jodido) “¡¡VAMOS ROB, NO TE PARES!!” Le grito en tono exigente, sé por experiencia propia que funciona, el imperativo en estas situaciones hace reaccionar al cerebro e inmediatamente arrancas, ya te pararás después, pero arrancar de momento arrancas. Masculla algo que no entiendo y efectivamente se pone a correr.
Llevo dos vueltas, esto es 10,5km en 1 hora (vaya desastre). Venga, ya sólo queda la mitad. A todo esto Ruth se está chupando la prueba enterita, la pobre, foto va, foto viene...me viene bien verla, me anima y trato de visualizarla a lo lejos para ponerme a correr un poco antes y que no me pille andando. También esta Jorge animando (¡¡VAMOS FONSECA!!), habrá terminado hace tres horas la prueba corta el muy...(luego me enteré que quedó en el puesto 12, ¡¡qué bestia!!)   
La tercera vuelta es la peor, la hago en unos lamentables 35min, me voy a ir muy por encima de las dos horas en el medio maratón, vaya tela. A todo esto hago cuentas y si no aprieto en la última tampoco bajaré de 6 horas y eso ya si que no lo voy a permitir.  De modo que aprieto el culo y los dientes, y me voy a por la última...



Vamos Dani, 5 últimos kilómetros, hay que hacerlos en 30 minutos. Esta vuelta sí que la disfruto un poco, sonrío, estoy seguro de que lo voy a lograr. He mejorado algo el paso y es más alegre, veo que se acerca el gran momento...
Vale, ya está, no hace falta apretar más, te va a sobrar tiempo. Tómate el ultimo kilómetro con calma y saborea el momento. Enfilo la recta de meta, moqueta azul roja y arco final al fondo con el cronómetro de la prueba. Marca 6h16min, a los que hay que restar los 20min de retraso con los que hemos partido con respecto a la 1a salida. Piso la moqueta azul roja y me paro a caminar, ésto hay que disfrutarlo metro a metro, no hace falta correr más. Ruth está al fondo con la cámara preparada, me sonríe y le devuelvo el gesto. Levanto ambos brazos y cierro ambos puños, y lento, muy lento cruzo la meta.




Sólo sonrío, es para lo único que me da el cuerpo, no me emociono, ni me pasa la vida por la mente en un segundo, no lloro, porque estoy roto, muerto. Recibo botellín de agua, camiseta “Finisher” y medalla, y me acerco a Ruth. Le brillan los ojos, me encanta su sonrisa, la beso. Gracias, muchas gracias Ruth, tú sí que te has portado como una campeona, te quiero.




Por cierto he olvidado parar mi cronómetro, y quitarme la gafas de sol y dejarlas sobre la visera para entrar como los “pros”. Bueno el tiempo ya lo sé, más o menos, da igual, 5h56min “y pico” (ya lo comprobaré).




POST-CARRERA
El instante mágico dura poco, porque enseguida me empiezo a sentir fatal, me sobreviene un sudor frío y los calambres hacen acto de presencia. Le digo a Ruth que me voy corriendo a la zona de recuperación, y trato de que no me vea la cara porque debo estar lívido, se me nubla la vista y voy a desmayarme en cualquier momento. Me derrumbo en una silla y trato de beber líquido, pero me entras ganas de vomitar, así que desisto. Me ve la cara otro triatleta, dorsal número 8, es un profesional, ahora no recuerdo el nombre (luego comprobé que quedó el 14 o algo así), “chaval entra al masaje cagando leches, que si no te quedas en el sitio, hazme caso”. Pues le hago caso. Resulta que hay masaje gratis para los participantes en el medio Ironman. Más de 30 ó 40 camillas y 4 ó 5 fisioterapeutas por puesto, esto es 8 ó 10 manos!! Increíble, solo el masaje compensa el precio de la inscripción, me da la vida, me deja nuevo. Salgo que soy otra persona, puedo andar con normalidad y ahora sí que sí empiezo a saborear de verdad lo logrado.
Recojo la bici y los trastos, y junto con Ruth nos vamos al hotel. No tengo hambre, pero necesito una ducha laaaaaarga, laaaaaarga. Tras la ducha intento comer algo, Ruth me había preparado unos sandwiches de jamón ibérico para el sector de la bici, pero no me los he comido, así que lo hago ahora, recalentados, pero el jamón ibérico sigue siendo jamón ibérico. Tampoco tengo sueño, mensajeo a Rob, ¿nos vemos en un rato para tomar unas cerves? Respuesta afirmativa.
Duchado, limpio y radiante, degusto una “caneca” (pinta de cerveza) y llamo a mi gente, hay que dar parte de lo ocurrido. Tengo esa sonrisa estúpida en la cara que no se me va a quitar en varios días. Aparece Rob, efectivamente ha “pinchado” en la carrera a pie, pero ha mejorado sus registros en los otros dos sectores. Pese a la teórica decepción dice sentirse orgulloso y satisfecho (pues claro, cómo no vas a estarlo, ¡¡ésa es la actitud correcta, Rob!!). Un par de cerves, intercambio de primeras impresiones y a cenar los tres, que nos lo hemos merecido. Optamos por “japo” cerca del hotel, buenísimo, gran elección y tirado de precio. No vamos a ir a la fiesta del Casino, no está el cuerpo para muchos trotes. Cena relajada, a comentar de nuevo la jugada con permiso de Ruth y no muy tarde a la cama, aunque me va a costar dormirme, antes tengo que visualizar de nuevo cada momento de la prueba unas doscientas veces, ¿y por qué sigo sonriendo...? Pareces tonto, hijo.
No soy triatleta, soy grande y torpe, resulta que no nado tan bien como pensaba, en la bici arrastro mis 90kgs penosamente y sólo corro decentemente. Pero hoy he vuelto a romper otra barrera, otro imposible ha caído, otro hito irrealizable hasta hace bien poco se ha hecho realidad. Como dice César, que también hizo Lisboa hace 4 años, “YA NADA SERÁ IGUAL”...no, efectivamente ya nada será igual...porque ésto ha sido alucinante, ésto ha sido muy grande.

Sí, he sufrido mucho, como nunca hasta ahora, qué creiáis? Nadie ha dicho que sea fácil, al contrario, pero una vez más el sufrimiento ha merecido la pena.
Por cierto, qué coño, ¡¡SÍ SOY TRIATLETA!!

NdR: Me acabo de dar cuenta revisando las fotos de que la moqueta es roja, no azul, me parto...

viernes, 3 de mayo de 2013

EL VIAJE A LISBOA: DUDAS, TENGO DUDAS...

Ya estamos en Lisboa, en menos de 12h estaré dale que te pego, eso si los nervios me lo permiten, porque ahora mismo estoy muerto de miedo. Según han ido pasando los días el "cague" ha ido in crescendo, y si tuviera que lanzarme ahora mismo al agua iba al fondo del río Tejo seguro, creo que sería incapaz de encadenar un par de brazadas.

Llegamos  el miércoles mi "santa" y yo, y tras dejar las maletas en el hotel fuimos a inspeccionar la zona de transición y el recinto de la natación, tras saludar a Gil, la mascota de la Expo 98. 

El día está gris y feo, pero las previsiones señalan que el sábado hará bueno, tal vez demasiado bueno, sobre todo en las horas centrales del día, que es justo cuando estaré en los 21K del medio maratón.

De entrada el tamaño de la “Doca dos Olivais”, el recinto del Oceanario donde se realizará la natación me parece enorme.







 Creo que no hace falta traducción...

Cojonudo, a eso le llamo yo dar ánimos, lo que me faltaba. Y mi mujer piándome por detrás “…qué fuerte, el agua tiene que estar asquerosa, por cierto ¿has visto el tamaño de las carpas…?” “Cariño, eso no me ayuda nada, pensemos en positivo, mira vas a poder seguir toda la natación,  puedes ir caminando alrededor del Oceanario, a que es genial?...” respondí,  para nada convencido.
De vuelta al hotel, terminamos de deshacer y organizar todo el material (madre mía como venía el coche de trastos, sólo faltaban las gallinas, sandías, melones, la mama y el papa, así, sin acento), y en metro nos vamos a cenar en el Barrio Alto. Lisboa es una ciudad preciosa, y el Barrio Alto es una zona con mucha animación, algo así como “La Latina” en Madrid, pero mucho más bonito, y es que todo es muy bonito en Lisboa. Es una ciudad con cierto aire decadente, como si el tiempo se hubiera detenido hace muchos años, rezuma un esplendor con toque rancio, de otra época,  pero ése es precisamente su encanto. Lisboa es sin duda una de mis ciudades preferidas, tanto que la incluiría en mi TOP 5 mundial.
De vuelta de la cena ya estamos de nuevo en el hotel, donde empiezan a llegar otros triatletas y sus fantásticas bicis de “chorrocientos” mil euros. Nueva ocasión para fomentar mi desazón,  “…caray, me van a pasar como aviones con esas bicis, valen 7 veces la mía”. Pienso en mi “Nekane” y me convenzo de que lo que importan son las piernas que impulsan las bicicletas. No os he presentado a “Nekane”. Nekane es mi bicicleta, le he puesto nombre porque he visto que otros colegas triatletas que escriben en internet también lo hacen…que si “Antonia”, que si “Kabrona”…la mía se llama Nekane. Le he puesto ese nombre vasco porque ella también es vasca, de Eibar, donde está la fábrica de Orbea donde nació. Nekane significa “Dolores” en euskara, y el nombre le viene que ni pintado, porque dolores es lo que me produce su asiento, fundamentalmente en el culo (y lo que no es el culo). Así que Nekane y yo estamos condenados a entendernos, el sábado durante 90km y posteriormente durante muchos, muchos kilómetros más.



El jueves me levanté pronto y a las 8 de la mañana salí a correr en ayunas haciendo el mismo circuito que haré el sábado, que está más o menos señalizado ya. No me gusta, muchos cambios de asfalto. De aceras empedradas con inserciones adoquinadas pasas a tablones de madera tambaleantes, y de ahí a tierra con muchas piedras, para volver a las aceras y al adoquín. Mira que le gusta a los portugueses el adoquín y las piedrecitas, hay que jorobarse. Portugal en general y Lisboa en particular debe ser la pesadilla de las señoras y sus zapatos de tacón. Hago 45 minutos de carrera a buen ritmo, pero no me siento bien, me duelen los tendones de la rodilla izquierda y decido parar. Además me percato de que la he cagado en la elección de las zapatillas, las Zoot Ultra Race serán unas zapatillas de triatlón perfectas, buenísimas y rapidísimas, pero son excesivamente minimalistas para este trazado y sus diferentes texturas. Transmiten demasiado lo que hay debajo de ellas y siento cada puñetera piedrecita, sobre todo teniendo en cuenta que soportan 90kgs. En fin, no me he traído otras (1ª cagada de novato, de toda una serie de errores que merecerán capítulo aparte), así que “ajo y agua”.
A continuación día de turismo en Cascais y Estoril, cómo me gustan ambos sitios, pero sobre todo Cascais. Ya conocíamos ambos lugares, estuvimos Ruth y yo hará 8 ó 10 años, pero apenas recordaba detalles. Se confirma que cuando sea mayor y rico me compraré un palacete en Cascais, a sumar a los que tendré en Biarritz, Sausalito y otros lugares con precios "asequibles" para ese tipo de viviendas (modo irónico "ON").

Caminamos mucho y me resiento de la pierna izquierda, me duele, pero decido no comentar nada a Ruth, no quiero estropear los días previos y su “momento vacaciones” con excusitas acerca de lesiones. Pero el “run-run” en la cabeza no para “…para que corres tan rápido, mira que si no te recuperas para el sábado…” “…uf, mucho estamos andando hoy, esto no viene nada bien…”. Afortunadamente ella también está cansada y volvemos pronto, cenamos cerca del hotel y otro día más, otro día menos…
Me levanto el viernes y me sigue doliendo la pierna, así que de correr nada de nada, doy por finalizado el entrenamiento pre-carrera. Tampoco probaré la natación en el recinto, no quiero poner en “perigo a mia saúde” más de lo necesario. Hoy visitar toca Sintra, que no lo conocíamos, y por supuesto nos encanta. Sintra es algo así como El Escorial portugués, muchos castillos y palacios reales en un entorno privilegiado, pero lamentablemente ese día Sintra está atestado de gente, tardamos casi hora y media en atravesar el pueblo y encontrar aparcamiento, así que visita rápida, almuerzo y vuelta al hotel, que me estoy estresando y además hoy toca reunión técnica con los organizadores de la prueba.
La reunión técnica dura media hora, y me pone la cabeza como un bombo. Demasiada información, demasiado detalle, demasiadas explicaciones de por dónde se tiene y no se tiene que ir, qué se puede y no se puede hacer, por qué te pueden y no te pueden sancionar…me agobio bastante, y la cara de Ruth es un poema, ella tampoco se ha enterado de nada. Llega el turno de las preguntas y me atrevo a realizar una “…perdona, te importaría repetir el circuito de carrera a pie? muchas gracias…”. En realidad mi pregunta era más bien “…perdona, te importaría repetir todo desde el principio? Es que soy medio imbécil y no me he enterado de nada, y mi mujer, aquí presente, parece que tampoco…”
De la reunión salimos directamente a la “pasta party”, también en el hotel, hemos quedado a cenar con Rob, el colega triatleta inglés que también hace la prueba el sábado. Rob, más experimentado que yo en triatlón, ha asistido a la sesión en inglés (la mía fue en “portuñol”), y me dice que no me preocupe, que él también tenía la sensación de que se liaron con tanta explicación y que los circuitos se explican bien por sí solos, únicamente si vas el primero podrías tener problemas, y está claro que en mi caso lo de ir el primero no va a suceder, de modo que un problema menos, aparentemente.
La “pasta party” es horrorosa, cuatro cosas mal puestas, unos espaguetis pringosos chorreando aceite y poco más. En fin, toca ingerir todo lo que se pueda, que mañana hará falta. Después rápidamente a la habitacióna preparar todo y a intentar dormir, que mañana será el gran día…
Finalizo la entrada con el resumen de entrenamientos de la semana:
DOMINGO: Descanso
LUNES: 45km bici@29kmh + natación 2200m
MARTES: 35´de trabajo de fuerza con Insanity (Cardio Recovery)
MIÉRCOLES: Descanso y viaje a Lisboa
JUEVES:  45’ carrera a pie
VIERNES: Descanso
SÁBADO:  Half Ironman Lisboa (1,9km – 90km-21,1km) (PREVISTO)