domingo, 9 de julio de 2017

HALF NORTHWEST TRIMAN AS PONTES

De vez en cuando te quedas con alguna frase que alguien suelta y que te deja más o menos marcado. No me refiero a grandes citas de personajes históricos, frases de Paulo Coelho vistas en Facebook o las que encuentras en azucarillos y galletas de la suerte. Son frases normales dichas por gente normal, en un determinado contexto y que, de repente, activan cierto resorte en tu cerebro, te quedas con la copla y acabas dándole vueltas durante horas, días y quizá meses.


En este 2017 el lema que guía mi temporada es:
“Hay que aprender a asumir cada resultado y disfrutar de cada competición”.
Parece una obviedad, incluso la segunda parte de la frasecita puede sonar a tópico, pero para mí la clave está en la primera parte, asumir los resultados, y estuve dándole vueltas varios días desde que se lo escuché al gran Ako Pavía.
Asumir los resultados.
Comentábamos Ako y yo en la radio, pero “off-the-record”, allá por el mes de abril, nuestros respectivos infortunios en el primer triatlón de la temporada, yo con mi retirada en Peñíscola y él sufriendo de mala manera en el Challenge Mogán.
Y soltó la frase…
Andaba yo quejándome con el clásico “Jo, si no hubiera olvidado los calcetines hubiera corrido la media maratón en…”
Hay que asumir cada resultado.
Y de repente me di cuenta de que en realidad ya lo había hecho. Desde el momento en el que salí del agua en Peñíscola y vi que no había calcetines en mi caja de boxes supe que no iba a terminar ese triatlón. La bici la salvaba sin los dichosos calcetines, la carrera a pie no. Y en el fondo lo asumí, salí a correr sabiendo de antemano que no duraba ni 5 kilómetros, que me iba a desollar los pies…duré 4 kilómetros. Me di la vuelta y asumí que mi carrera terminaba allí. No era el fin del mundo.
El resto de la temporada me he dedicado a ASUMIR, a aceptar lo que me ha sucedido en cada carrera sin hacer un drama de ello.
En Pamplona no nadé bien, tampoco en Ecotrimad, donde además me tocó “asumir” la climatología, y en ambas pruebas fui asumiendo lo que venía sin más, tratando de disfrutar y aprender de cada momento.
En el DO del Villa de Madrid asumí que debía esforzarme más nadando, y lo hice, me esforcé y nadé como debo nadar. El esfuerzo percibido entre nadar bien y nadar mal resulta que es el mismo o incluso menor cuando nado como debo hacerlo, así que miel sobre hojuelas.
Año de “asunciones” por tanto.
Viajé a As Pontes con la idea de luchar por bajar de 5 horas en la prueba…y acabé luchando por simplemente mantenerme en pie y terminar la prueba…
¿Y sabes qué? Lo asumí con gusto, dignidad y sosiego.
Ya me avisó Manu Pascual, cenando juntos un par de días antes de la prueba, que el Northwest Triman no era, ni mucho menos, una prueba fácil a su entender, y que conociéndome veía difícil que pudiera bajar de esas 5 horas. Manu había hecho la distancia Ironman sobre el mismo circuito el año anterior y repetía éste con idea de destrozar el crono.
“Ya está el Manu tirándose el pegote de que su Ironman es super-mega-oseatelojurodeverdad- difícil-quetecagas para darle más valor a su resultado”, pensé, iluso de mí.
Y resulta que no, que tenía razón el muy…
Pero bueno, a lo que vamos, a lo que fuimos es a disfrutar de un triatlón, este Northwest Triman, que tenía una pintaza a priori brutal.
Viajecito de 600kms en soledad, mi “Santa” dice esta vez que “nanay”, hasta Doniños, Ferrol, a menos de 30min de As Pontes. En Doniños tiene casa la abuela de mi mujer y de Isma, mi “primo-amigo-compañero-del-AtSS”, que también participa, junto con Iván Mtnez.
Toca por tanto lucir la equipación del Atlético San Sebastián, quizá de las últimas ocasiones en que lo haga, ya comuniqué a Isma, que además es el delegado de la sección de triatlón del Atlético, que el año que viene dejaré el club para ser 100% del CTLR.
El día anterior a la prueba hay que dejar las bicis, el entorno del lago de As Pontes es sencillamente espectacular, este tri verdaderamente promete. La charla técnica con los Organizadores incidiendo especialmente en el tema del NO DRAFTING me hace pensar que si cumplen lo que prometen será una cita obligada y recurrente en el futuro.
Así que…VAMOS CON ELLO:

AGUA

El día empieza MAL. Inflando las ruedas ya en boxes me cargo el obús de la rueda delantera y toca cambiar de cámara deprisa y corriendo. Tengo tiempo de sobra, pero a pesar de eso me cuesta el calentamiento previo en el agua, que ya NO voy a tener tiempo suficiente para ello. Lo justo para embutirme en el neopreno, mojarme los pies, mearme encima mientras sonrío al personal disimuladamente (lo hacemos todos) y poco más, enseguida corriendo para buscar mi sitio en la salida.
Me coloco en primera fila junto a Isma, la idea es salir fuerte e intentar seguirle, pero lamentablemente enseguida le pierdo entre las decenas de “sardinitas en neopreno” que me rodean.



El tema es que hay bastante niebla, visualmente el resultado es espectacular, aunque da un poco de miedo adentrarse en esas aguas, la 1ª boya se ve bien, las demás no se ven un carajo hasta que las tienes encima, toca nadar y dirigir tu cuerpo un poco por instinto.
Salir fuerte de inicio hace que apenas reciba golpes,  pero llevo una sensación rara, como de pesadez de brazos, me cuesta coger agua y me noto torpe en el recobro, definitivamente necesito calentar antes, parece que sigo dormido (la salida era a las 7.15h).
Entre dicha sensación de pesadez y la maldita niebla, también parece que las boyas están lejísimos, no creo estar desviándome mucho, pero el sector de natación se me está haciendo eterno.
Tras doblar la última boya, la larguísima “recta” hasta volver a la transición se vuelve interminable, braceo y braceo furioso, pero sigo en el mismo sitio...
Finalmente llego a la T1 y un vistazo al Garmin me confirma el desastre: 36 minutazos.
WHAT?
Casi 2300m…
WHAT?
Me sale un ritmo de 1:36/100, que está de lujo, pero claro, 400m más…
Luego resulta que A TODOS nos salió un “porrón” de metros, parece que las boyas se movieron la noche anterior y…en fin, lo de siempre, es igual para todos, eso sí, y toca nuevamente ASUMIRLO.

Llego a boxes y la bici de Isma…ya no está, obvio.
Fonseca, a lo tuyo, venga.

BICI

Mucho frío en los 1os kilómetros, pero mucho frío. Las piernas totalmente entumecidas y me cuesta horrores coger ritmo.
Nuevamente lo que me dijo Manu se cumple, de llano, llano, nada. De primeras un “mini-puerto” de 3kms que te dispara las pulsaciones y luego un larguísimo tramo ondulante que pica ligeramente para arriba. Son unos 15-16 kilómetros así hasta el punto de giro y vuelta, donde la cosa promete porque tocará VOLAR.
Voy cogiendo ritmo y tras superar el puertecillo me dispongo a disfrutar sobre la cabra. Muchísimo espacio entre competidores, ME GUSTA, casi no tengo que mirar hacia adelante, cabeza abajo y… ¡¡A DARLO TODO!!

No sopla apenas viento y la impresión que tengo es de ir volando bajito, ya totalmente adaptado a mi nueva y más eficiente posición aero. Según va cogiendo el cuerpo temperatura voy apretando las bielas con más fuerza. Me cruzo con Isma, me saca un buen trozo, lástima, pero yo he de seguir concentrado en mi carrera. Me cruzo también con Iván, va por detrás, y calculo a ojo unos 7 u 8 minutos que han de ser suficientes al final del día…no se le ocurrirá ganarme en su debut en media distancia, no me fastidies…
Total, que me pego un bicicletón en menos de 2h50 minutos y con tremenda pena suelto la bici de nuevo en la transición, de buena gana hubiera estado otra horita, al menos, dándole caña al tema. He disfrutado muchísimo, no ha habido ABSOLUTAMENTE NADA de drafting, el circuito, sin ser especialmente bonito, tiene su miga, a la vez que te invita a empujar sin parar.


Muy chula la bici de este NW Triman.

CARRERA


Toca correr, y de inicio tenemos el tramo de enlace hasta el circuito en sí, lo que viene siendo un rampón infernal de más de 1 kilómetro que te deja frito nada más empezar.
Sobrevivo al infierno y voy tratando de pillar nuevamente ritmo mientras mi corazón trata de estabilizarse.
Me sorprende llegar a la altura de un cartel que indica KM.2 cuando mi Garmin ya contabiliza TRES…no puede ser que hayan calculado tan mal, ¿no?
Me deja un poco “moscatel” el tema, pero trato de olvidarme y sigo centrado en lo mío, que es correr.
4:40s – 4:50s por kilómetro, de momento no me sale nada mejor de las piernas, pero me digo que no está nada mal y que ya quisiera yo bajar de 1h45 al final del sector…
JA, JA, ¡iluso!
Resulta que el circuito es un tramposo rompepiernas, un poquito para abajo, un poquito para arriba, un poquito para abajo, tira para arriba otra vez…que te va robando, ladrón, la energía poco a poco, y cuando te quieres dar cuenta...

Cuando te quieres dar cuenta vas frito-refrito, y de eso me percaté en el kilómetro 11, según la Organización, 12 y pico según mi Garmin, justo cuando se iniciaba la segunda vuelta…
¡WAIT! Espera, algo no cuadra, si tengo que dar otra vuelta entera al circuito...restándole el tramo de enlace…¡¡oye que nos van a salir casi 23 KILÓMETROS!!
Lo achaco todo al cansancio, tu cabeza no rige Dani, no puede ser, no serán tan…



Entre las dudas y el cabreo por el “alargue” del circuito y el cansancio acumulado ya a estas alturas el ritmo se me empieza a ir al carajo, me voy por encima de 5:30s y no esto ya no hay manera de levantarlo.
Y tú querías bajar de 5h…¿eh, Fonseca?
NI DE COÑA YA.
Horrorosa segunda vuelta ya en el que mi máxima obsesión es no caminar, cosa que a duras penas consigo.
Me cruzo con Isma, que va bien y ya termina en breve, y con Iván, que “afortunadamente” (le deseo lo mejor, pero hoy por Dios que no me pase…) va igual de frito que yo.
Voy al límite ya y para más inri al llegar al final del dichoso circuito mis sospechas quedan finalmente confirmadas…llevo 21 kilómetros y aún me queda TOOOODOOOO el tramo de enlace desde el pueblo hasta la meta, ya en el lago.
Estupendo, casi 2 kilómetros “de clavo”, NO ME JODAS.
No sé si es el cabreo y esto iba a suceder de todas formas, pero es empezar la bajada a meta y me flojean las piernas “a lo Brownlee”, empiezo a dar tumbos de lado a lado, me cuesta coordinar los pasos…hostias tú que no llego…
Lamentable tramo final en el que encima un capullo que llevo por detrás quiere esprintarme faltando 100 metros, loscojonesmevasaesprintarguapo.
Último calentón rabioso para no ceder ante el capullo, faltaría más.
Hay dos "líneas de meta" en este triatlón:
La 1a la marca un arco naranja, ahí se acaba realmente la prueba.
El tramo desde el arco naranja hasta el arco "final", con el cronómetro oficial, es el "pasillo de los campeones", para poder entrar con tu familia y/o amigos, pero SOLO EN ESE TRAMO.
No tengo fuerzas para postureos, hasta el arco naranja me dejo lo poco que me queda, luego bastante tengo con mantenerme de pie, me dejo ir de forma lastimosa, caminando ya y tratando simplemente de no irme al suelo. 

5h36 nada menos, más de 2h la media maratón DE 23 KILÓMETROS, cagonlamarsalada.
Me recibe el meta el padre de esta criatura Northwest Triman, y me pregunta que qué tal…
Pues mira chato, a pesar de que lo de los 23 kilómetros de media maratón me ha parecido una broma de mal gusto…TIENES UN TRIATLÓN GUAPÍSIMO, enhorabuena y ojalá esté mucho tiempo en el calendario, cabrones. (Esto último no se lo dije).

Repetiremos seguro. Un tri muy duro, muy, muy guapo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario