Como diría el bueno de David Coverdale, cantante de
Whitesnake:
“Here I go again…”.
De nuevo a 10 días del Lisboa Triathlon, distancia 1/2 IM.
Bueno, en realidad algo menos, pero entonces no podría citar el post del año pasado, son licencias literarias que uno mismo se concede, ya saben ustedes,
queridos lectores.
Allá que voy otra vez, la misma sensación de nervios y algo
de desasosiego, pero por razones totalmente distintas. En 2013 provocado por el
miedo a lo desconocido, pánico a una distancia que parecía inalcanzable, dudas
acerca de haber entrenado lo suficiente o no (bueno, aquí no había dudas, SABÍA
a ciencia cierta que no había entrenado lo suficiente).
¿Y este año qué? Pues este año he entrenado mucho más…dos de
las disciplinas, la natación y la bici, pero la carrera…la carrera nada de
nada, amigo mío. Y ese es precisamente el origen de mi nerviosismo y
desasosiego. El maldito Aquiles me ha impedido correr con normalidad en todo lo
que llevamos de año, ni una sola sesión a pie de la que me pueda sentir
satisfecho desde que corrí la Behobia en noviembre del año pasado, siempre con
dolor, siempre forzando la postura, nunca teniendo la sensación de estar corriendo
medianamente cómodo. Así que al final he desistido, no estoy corriendo, apenas
una sesión cada 15 días, cuando el sentimiento de culpa me asalta y me hace
calzarme las zapatillas, para inmediatamente darme cuenta a los pocos metros
que nada ha cambiado desde la última vez, me duele, me sigue doliendo, vaya
mierda. Ni taloneras, ni plantillas, ni EPIs ni tratamientos mágicos. Tocará
parar algún día, aunque “ya si eso, mañana”. Leo en internet que Alistair
Brownlee, el campeón olímpico y gran rival de Gómez Noya, anda igual con su
Aquiles y se ha visto obligado a darse de baja de la próxima cita de las Series
Mundiales. Ya me encuentro algo mejor, sé lo que sientes, amigo Alistair, es
duro ser triatleta de élite ¿verdad? ;)
Ya está “el Fonseca” llorando otra vez, pensareis. Es
verdad, estoy llorando mucho, de pura frustración, porque llegaré a Lisboa la
próxima semana con la sensación de haber perdido la oportunidad de hacer “una
marca histórica”, entiéndase lo de la marca histórica en el contexto de mi
realidad como triatleta de 90kgs con apenas año y medio de experiencia, claro
está.
Nadaré bien, espero, haré seguro una buena bici (he mejorado
muy mucho en este segmento) y correré como pueda, señora. Bueno y eso de que
nadaré bien…resulta que la semana pasada, por hacer el imbécil con la bici de montaña,
me pegué una “leche” de campeonato, cayendo sobre hombro, muñeca y cadera
izquierda. Lo de la cadera parecía lo más grave, pero ya comprobé que, más allá
de la herida y el hematoma, apenas me molestaba para pedalear, y corriendo me
dolía más el Aquiles, así que bien. Al arrastrón sobre el hombro y golpe en la
muñeca no le di mayor importancia, pero mi sorpresa fue mayúscula en la última
sesión de piscina, y es que el hombro “sonaba raro” y dolía al ejecutar la
brazada, y además apenas siento la muñeca arrastrando el agua con el brazo
izquierdo, he perdido fuerza...horror.
Venga, que aún quedan
9 días, Fonseca, seguro que te recuperas y lo haces genial. Piensa en positivo,
acuérdate de Chrissie (Wellington), que 15 días antes de ganar su último
Ironman de Hawaii se pegó también un “tortazo” en bici y cuyas heridas eran
mucho más evidentes que las tuyas. Ya, ya lo sé, tú no vas a ganar el triatlón
de Lisboa, ni de coña, pero siempre puedes sonreír como ella, a mal tiempo
buena cara, recuerda.
Y más que sonreír, lo que lo pienso hacer es pasármelo en
grande. Este año la cita de Lisboa va a ser especial, muy especial. Y la razón
tiene nombre, mejor dicho tiene muchos nombres:
Jorge, Fernando, Carlos, Asier, Noel, Kike, Luis, Ángel,
Fran, Néstor, Alberto, Isa, Toni y Chema.
14 compañeros de fatigas, 14 amigos dispuestos a pasarlo
bien, sufriendo y disfrutando de este bendito deporte. Ha sido una pasada
entrenar y preparar esta cita con todos y cada uno de vosotros. Ya dije en un
post anterior que me sentía responsable de que muchos de vosotros estuvierais
el 3 de mayo junto a mí, en algún caso directamente responsable, así que
permitidme que desde estas líneas os dé las gracias. Gracias por ser unos
insensatos (algunos más que otros) y dejaros “liar” con tanta facilidad,
creedme que no os arrepentiréis. Y no exagero al decir que posiblemente en
algún caso sentiréis que será lo más grande que habréis hecho en vuestra vida,
ya sé que muchos tenéis hijos, y que los hijos es lo más grande, y otro me dirá
que estuvo en Johannesburgo viendo a España ganar el Mundial, y el otro me dirá
tal o cual. Para muchos será lo más grande a nivel deportivo-personal, y solo
espero que sea lo más grande…de momento. Porque lo siguiente es el Ironman, o
Sables, o el Ironman y Sables y la París-Moscú en bici y...
No me olvido de mi santa esposa. Gracias Ruth por
acompañarme una vez más en esta locura, sin tu apoyo nada de esto sería
posible, ya sabes que intento compensarte tanto sacrificio que haces por mí, aunque
a veces llegue a agotar tu paciencia infinita.
Gracias finalmente a Iker y Xilbi, mis buenos amigos
dispuestos a cruzarse la península ibérica en coche, desde el país de los “guipuchis”
hasta Lisboa, sólo para estar conmigo ese día. También sois muy grandes, las “canecas”
y el “bacalhau” corren de mi cuenta, eso por descontado.
Muito obrigado.
10 días, así que “HERE I GO AGAIN”.