INCREÍBLE-BLE-BLE (gracia solo para "frikis" de Ford Fairlane).
Dicho esto, vamos con lo que nos ocupa:
No pensaba competir más hasta IM Copenhague, pero coincidió
que mi mujer quería irse el fin de semana a la playa con “sus bichitos” (los
hijos de mi-muy-mejor-amigo-Kiko), y me dejaba quedarme en Madrid para
entrenar.
Y oye, un triatlón sin drafting, para poder sacarle jugo a
mi SpeciaLime, a poco más de 100 kilómetros de Madrid…era una oferta
irrechazable. Luego descubrí que había que subir 2 veces en bici a la estación
invernal de la Pinilla, así que más que sacarle jugo…el circuito me iba a exprimir
él a mí, pero bueno, nunca me gustaron las cosas fáciles.
Elegí la distancia “SHORT” (900-41-9), por tomármelo como
entreno de calidad del que pudiera recuperarme en pocos días, frente al “HALF”
que me dejaría frito con seguridad toda la semana siguiente y quizá algo más.
Matete, la jefa, estaba de acuerdo, y así planteamos la semana de entrenos,
como una semana normal, sin apenas descanso, y un buen calentón para el
domingo.
Como estoy solo decido también viajar el día antes y
alojarme en un hotel rural que me ha recomendado Fuentes, compi del CTLR que también
hace lo propio, pues mira, buena idea, así no hay que pegarse el súper-madrugón.
Paso una noche previa de auténtica mierda, nunca mejor
dicho, porque algo me ha sentado mal y no hago más que visitar al Sr. Roca,
pues sí que estamos “apañaos”, en fin, veremos que resulta de todo esto…
¡¡AL LÍO, SEÑORA!!
AGUA
Con tiempo suficiente y sin “estreses” dejo todo colocadito en el embalse de Riofrío, sitio espectacular, por cierto, me inserto en el neopreno y a
calentar en el agua, patos.
Fresca, que no fría, ideal de la muerte, claro que sí, guapi.
Caliento 5-7 minutos y trato de coger posiciones delanteras
en la salida. Se sale desde dentro del agua, cosa que odio sobremanera, arrancar
de parado es para mí un suplicio y siempre se me da fatal.
Bocinazo y LA GUERRA. Horrible, espantoso, no consigo tocar
el agua con mis brazos, las 15 primeras brazadas solo palpo culos de neopreno,
soy empujado, zarandeado, golpeado…
Nivel de estrés máximo y el corazón que se me sale del
pecho, soy incapaz de hacerme hueco y ni siquiera puedo salirme de la
almadraba, totalmente encerrado en el centro del matadero.
Como en Medina de Rioseco hace 2 años estoy a punto de
llorar como un niño, una presión horrible en el pecho, un ataque de ansiedad en
toda regla y la imposibilidad, física, real, de respirar. Pasas a visualizarte
inerte en el fondo del embalse, completamente paralizado, rígido.
Se acabó, estoy fuera, no puedo más…
¡NO! Espera un poco,
Fonseca, suelta un par de hostias, sal
de aquí, para un instante, sosiégate y ahí luego decides.
Eso hago, agarro con ambas manos al que tengo a mi derecha,
le paso por encima, a la vez que le hundo suficientemente, lo siento majo, es
cuestión de supervivencia…
10-15 segundos a espaldas, lejos de la pelea y decido
reincorporarme furioso. Suelto un par de codazos más al llegar a la primera
boya y oye, mano de santo, la sorteo sin problemas y de repente veo un pasillo enooooooorme
que tiene mi nombre.
De estar fuera a verme deslizando cual delfín en cuestión de un minuto, adelantado
rivales a decenas, manda narices, señora.
Pillo un grupo de 4-5 unidades, me coloco en el centro y
marco mi territorio abriendo codos, somos pocos, vamos a llevarnos bien, ¿eh?…
Y así hacemos, últimos 300-400 metros acojonantes, dándolo
todo.
16 minutos “pelaos” y estoy fuera del agua. No es
espectacular, pero dadas las circunstancias puedo estar más que contento,
puesto 66 de más de 300.
Con lo que no estoy contento es con mi T1, se me enreda el
neopreno y tardo la vida en quitármelo, qué desastre.
En la T1 veo a Loren, que ha sido el único del CTLR por
delante en el agua. Loren es un llorón de primera, va de humilde, un lobo con
piel de cordero, menuda bestia compitiendo. Javier Arenas y Fernan también me
adelantan en la transición debido a mi torpeza manifiesta en el proceso de "desneoprenización".
BICI
Tramo de enlace con una 1ª parte peligrosa y de carretera
mala en la que decido no arriesgar nada. Luego ya en la carretera “buena” hasta
Riaza desato mi furia y exprimo la cabra al máximo, hasta el punto de casi
pillar a Fernan en el punto de giro.
Luego sé que no tengo nada que hacer, la carretera pica para
arriba poco a poco hasta comenzar la subida a la Pinilla, 4-5 kilómetros de
subida no especialmente dura, pero donde me adelanta hasta mi abuela, gracias a
mi “especiales” dotes de escalador y mis 90 kgs. Pese a ello trato de sufrir lo
máximo posible, sobre todo cuando Bea Bernáldez también me pasa, hasta ahí
podíamos llegar, guapa. Antes lo había hecho también Almodóvar, que esta vez SÍ
SALUDA… ;)
Me pasa David Abellán, exCTLR, que me saluda al grito de “¡Vamos,
esos roceños!”. Otro que me adelanta es alguien que al principio no reconozco, y
que además me llama por mi nombre “Vamos, Fonseca”, imposible que me haya visto
el apellido en la equipación, lo llevo por delante y este pájaro viene de atrás…me
conoce de algo y no caigo, ¿quién coño es este tío?...
Ya en meta descubriré que se trata de Diego, Diego Bas,
aquel que me saludó en el tri de Valmayor 2015, la primera "persona humana" que me reconoció ser lector de mi blog sin yo conocerle de nada, el mismo que me dijo que era “una gran esperanza
para los gorditos”. Pues un placer saludarte de nuevo, Diego, y que no se te
ocurra ganarme otra vez, majete.
Voy cruzándome con el resto de compis, Loren, Arenas, Fernan…que
cada vez me sacan más distancia, mientras me preparo para “lo mío”, que es
lanzarme a tumba abierta en los 9 kilómetros de bajada que tocan a
continuación.
Lo malo y lo peligroso de ser un gordito es que sabes que la
bajada te favorece, y mucho, y tienes que sacarle partido a costa de tomar más
riesgos de los necesarios. Cualquier día me “fostio” y me hago pupa, pero…no
queda otra.
Arraso a muchos de los que antes subían gráciles y ufanos, y
ahora claudican ante la inercia salvaje del gigantón Fonseca. Bea es superada
también, of course, faltaría plus.
Nuevo giro y vuelta a sufrir, y Beíta, la madre que la
fundió, que vuelve a sonreír cuando me adelanta, esta vez no me dará
tiempo a deshacer el entuerto, ni suicidándome en la bajada.
Me he empleado demasiado en la 1ª vuelta, tanto subiendo
como bajando, y toca sufrir de lo lindo, eterna segunda vuelta, en la que paso
a tomar referencias con Javi Fuentes, al que parece que mantengo por detrás más
o menos a igual distancia todo el rato, aunque TAMPOCO será suficiente corriendo, me temo, tiene mejor
sector a pie que yo.
De todas formas me he divertido mucho otra vez en la bici,
cada vez mi cohete pistacho y yo estamos más compenetrados. Nos queda cabalgar
juntos en la batalla definitiva de Copenhague en apenas 1 mes.
CARRERA
T2, esta vez más eficiente y ¡a correr!
Pues sí que me he apretado en la bici, sí…
Salgo bastante tieso de la transición y además el 1er kilómetro y pico es
ligeramente para arriba, y “la caló”, nena, que no veas como aprieta ya a estas
alturas. Me cuesta mantener el ritmo por debajo de 5’/km, mientras pido que me
empapen con una manguera para refrigerar mi cuerpo que no lleva ni 10 minutos
corriendo y ya arde.
Me despierta del letargo y sopor veraniego Iván, que me
adelanta tocándome el culete mientras se ríe. Iván está haciendo el HALF y será mi compañero
de fatigas Ironman una vez más en Copenhague, 3er Ironman que acometeremos
juntos.
Trato de seguir el ritmo de Iván, no lo consigo pero al
menos me sirve para espabilar un poco en la larga bajada que nos trae de vuelta
al pueblo de Riaza. Está chulo el recorrido a pie también, algo solitaria la 1ª
parte, más acogedora después, atravesando el casco urbano y corriendo por el
agradable césped del enorme Parque del Rasero, donde se encuentra la T2 y la
Meta.
Veo a Nacho Regidor y Susana, compis CTLR, que han venido a
animar a un familiar y de paso a los integrantes del Triatlón Las Rozas que
allí competimos.
Al término de la 1ª vuelta una juez me lía con extrañas
indicaciones en plan:
“Izquierda 1ª vuelta ras, ojo se cierra…”
O más bien era algo como:
“Izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás…1,2,3…”
Yo no sé si bailar la Yenka o qué hacer…total que me
tropiezo con un cartelón y me voy al suelo…
El público allí presente me aclama…
Ya te vale Fonseca, te has cubierto de gloria, no tenías
otro sitio para “fostiarte” que en plena zona de meta, donde más gente hay.
Zorionak, txapeldun.
Me incorporo torpemente, me limpio de arena y briznas de
hierba, miro a la juez con algo de rabia, sacudo la cabeza con resignación y
tiro para adelante, qué remedio.
Paso por el centro de Riaza, el calor ya aprieta pero bien,
con el sol reflejando en los adoquines, que devuelven fuego.
2ª vuelta y tocará sufrir, además se me está formando una
ampolla en el pie derecho que termina por estallar y ponerme la zapatilla
perdida de sangre.
Paro a evaluar daños un momento, el dedo gordo pinta mal
pero sobreviviré los 4kms que me quedan, justo ahí me adelanta Javi Fuentes…pues
nada, ya estoy último en el ranking CTLR masculino de hoy (más Bea, que también
va por delante).
Enfilo de nuevo el largo tramo de bajada y parece que recupero algo
de fuerzas, el último gel que me he enchufado parece que empieza a hacer
efecto, subo el ritmo en los 2 kilómetros finales y voy recogiendo algún
cadáver que otro, motiva acabar con buenas sensaciones y aprovecho para
exprimirme un poquito más.
Entro en meta en 2h28, puesto 141 de más de 300, el 30 de
más de 100 en V1M (un tercio de los participantes éramos por tanto “viejóvenes”).
Empiezo a acostumbrarme a quedar en la 1ª mitad de la tabla,
cosa que no siempre sucedía y voy mejorando mis parciales en bici, donde
tradicionalmente pincho y quedo muy retrasado. Esta vez, pese a ser un circuito
claramente desfavorable, he vuelto a quedar también en la 1ª mitad en
bici, aunque la carrera a pie no ha sido tan buena.
Ese es, a día de hoy, mi nivel: MITAD DE TABLA. Pues bueno,
pues vale, se acepta y se ASUME, seguiremos trabajando para mejorarlo poco a
poco, partido a partido.
Buenas cervezas post-meta departiendo relajadamente con
compañeros, amigos y rivales y vuelta a casa con cara de satisfacción, me ha
gustado mucho este triatlón de Riaza, VOLVEREMOS.