Pero de momento estoy cuasi-seguro de que he acertado, el riesgo de
perder algo la forma corriendo se compensa con creces con el hecho de ser capaz
de andar con normalidad y sin dolor, así que sin prisa pero sin pausa. Es un
tópico y una obviedad, pero está claro que más vale prevenir que curar. La
gente “normal”, no triatleta, pensará que vaya cosa estoy descubriendo, que si
te duele, te paras y te lo curas y ya está. Pero a muchos les querría ver yo en
la misma situación. Y es que una vez que empiezas con esta locura es difícil
parar, por varias razones:
-
El calendario: Las pruebas están ahí, tienen una
fecha fija y el tiempo, lamentablemente, no para, tic-tac-tic-tac….
-
Larga distancia: Los que, como yo, enfocamos
nuestra temporada a triatlones de media y larga distancia, sabemos que una
prueba se prepara en 14-20-40 semanas, con unas cargas de entrenamiento
a veces excesivas, y estar parado en una de las disciplinas significa tener menos tiempo
para entrenarla y ,por lo tanto, dotarle de menos carga
acumulada. Y al final, se nota, esto es así. Los milagros no existen, por
muchos beneficios que te aporte el “entrenamiento cruzado”. Entrenarás menos y
lo acabarás pagando en competición.
-
El veneno: Éste es el peor. Tienes un veneno
dentro que te corroe y se te llevan los demonios cuando estás parado, aunque
realmente no estés parado. Pero es que lo verdaderamente “divertido” del
triatlón es que entrenas 3 disciplinas, y cada una aporta su dosis de
veneno-droga, y cuando no practicas una de ellas tienes un “mono” salvaje,
dedicarte únicamente a las otras 2 no termina de saciarte. Quieres más.
Echo de menos de correr, y más en días como el de ayer, en
el que buena parte de mis compañeros de club tomaron la salida de la media
maratón de Getafe, prueba a la que estaba inscrito.
ENCUENTRA EL ERROR EN LA FOTO |
Obviamente el error reside en que en esa foto FALTO YO. Pero no pudo ser, y ayer estaba verde de la envidia que me daba leer los mensajes del grupo de Whatsapp del club, con todos comentando sus resultados, sus sensaciones, sus anécdotas de carrera. A unos les fue mejor y a otros peor, muchos debutaban en la distancia y se dieron cuenta que 21K pueden ser “molto longos”. Yo ya pasé por eso hace tres años, y ahora sonrío con condescendencia cuando leo los lamentos de éste o aquel. Es lo que hay amigo, sabías (o quizá no) a lo que venías…
Hasta que pueda volver a correr, solo queda darle duro a la
bici y el agua, como por ejemplo he hecho esta semana, en la medida de lo
posible:
ENTRENAMIENTOS DE LA SEMANA (LISBOA SEMANA 2/16)
Lunes: 70’ spinning + 2100m natación (odio la parte de
técnica, lo juro)
Martes: Descanso
Miércoles: 60’ spinning + 2000m natación (¿he dicho que odio
la técnica?)
Jueves: 80’ spinning
Viernes: 70’ Mountain Bike (y puesto de barro hasta las
orejas, oiga)
Sábado: 1h30 de bici de carretera (o más bien de “romería”,
a paso tortuga). Abandono por pinchazo y aburrimiento extremo, debido a la
lentitud de “algunos”…
Domingo: 2000m natación en simulacro carrera (1900m en 35’
altos + 100m soltar) + 55km bici carretera(T1, saltando del agua a la bici de
forma inmediata), 2h@27kmh con Óscar, de menos a más, acabando fuerte.
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