martes, 21 de julio de 2015

DE LA BEHOBIA A LANZAROTE (Y TIRO PORQUE ME TOCA)

Otoño de 2.010.

Sergio y yo estamos preparando nuestra primera Behobia-San Sebastián, llevamos escasos meses, a lo mejor incluso pocas semanas, desde que nos hemos iniciado en el mundo del running.
Hemos quedado en mi casa para hacer “tirada larga” (15km, lo que nos parecía una eternidad por entonces), después comer y pasar el día juntos, también está Gema, su pareja, y por supuesto “mi Ruth”.
Por la tarde estamos descansando y tragando tele, en eso que recuerdo tener grabado “del Plus” un resumen del Ironman de Lanzarote de ese año. Propongo verlo y las chicas preguntan ¿qué es eso del Ironman?
 
Sí hombre, sí, es la locura esa del triatlón en el que sea nada mogollón, se va en ese instrumento de tortura llamado bici tropecientos kilómetros y para rematarlo te “cascas” un maratón.
¿Todo seguido, en el mismo día?
Sí.
No jorobes.
Ya te digo.
Dale al PLAY.
Yo el vídeo ya lo había visto, lo pillé a medias en una redifusión de C+ y decidí grabarlo para verlo completo. Me había parecido impactante, una auténtica salvajada. Ni por asomo me planteaba hacer “uno de esos”. Acababa de empezar a correr, no nadaba desde el pleistoceno y odiaba la bici, teníamos Ruth y yo dos bicicletas muertas de risa en el garaje sin apenas uso, no íbamos ni a por el pan con ellas. El triatlón era para Isma, el primo de Ruth, un tío raro “de esos que hacen cosas diferentes”. Ya me parecía duro un triatlón olímpico como para plantearme hacer un Ironman.
3,8km nadando, madre mía, más de una hora nadando, espérate tú que pueda cruzarme 4 piscinas.
180km, una etapa del Tour, qué barbaridad, y vaya cuestas que hay en Lanzarote, Timanfaya, Mirador del Río, Haría (Unos años atrás había pasado un fin de año en la isla, recordaba bien las carreteras). ¿Y el viento qué me dices? De locos, hay que estar muy zumbado.
Y una maratón al final. Parece una broma, locos es poco, estos tíos están como una regadera.
¡Mira, mira, mira! 2.000 tíos nadando a la vez, eso parece una almadraba, vaya leches que se tienen que pegar en el agua.
Fíjate en las palmeras, vaya tela, si parece el huracán PAKITO. Las bicis qué raras son, ¿no?

 
Las llaman “cabras” creo, son bicis especiales para contrarreloj, porque no se puede chupar rueda, tienen que ir en fila guardando una distancia (Yo haciéndome el listillo sin tener ni pajolera idea).
¿Y aquí está el Noya éste? No, ese compite en distancia olímpica, es bastante menos distancia.
Entiendo...(sí, seguro)
(En el vídeo comienza el tramo de maratón)
Joer pobrecitos, van muertos, y muchos andando, ese gordo no me jodas que lo va a terminar.
Pues al final va a ganar el español ¿eh? Eneko Llanos, no me suena de nada. Y la “tía” (Catriona Morrison) ha partido la cadena, pierde 45min y vaya remontada se está marcando en la maratón, pues va a ganar ¿eh?, ¡qué grande!
Lo más impactante del vídeo es ver llegar a los “no profesionales”, por aquel entonces lo de GGEE era un concepto que me venía grande. Vemos cruzar la meta a más de un gordo, a señoras mayores, a abuelitos venerables. Sus caras lo dicen todo.
Termina el documental y hay un momento de silencio. Sergio me dice:
Joder tío, qué emocionante.
Nos miramos, escruta en mi mirada y sonríe levemente con cara de “tú vas a hacer uno de estos Y LO SABES”.
Qué va tío, no jodas, si yo odio la bici. Lo otro no te digo yo que no me vea capaz, pero ¿180km de bici? ¡Qué dices!
 .......... 
(5 YEARS LATER)
 
20 de junio de 2.015
Es mi cumpleaños. 41 “castañas” me caen.

Acabo de darle al botón. Estoy inscrito al IRONMAN de Lanzarote 2.016. Bonito regalo de cumpleaños, cortesía de mi señora esposa.
 



Como ya sabe el lector, en esas fechas he terminado ya un par de distancias Ironman, y estoy camino del tercero (aunque lamentablemente no lograré completarlo).
El destino (o más bien el “pesao” de Rafuky Morán) ha querido que mi primer “marca IRONMAN” sea Lanzarote, que además celebrará su 25 aniversario. No hay dos sin tres, y a la cuarta será la vencida, ya me entiendes.

Poco más de 5 años después de ver aquel documental en el que Eneko y Catriona, junto a otros 2.000 descebrad@s, lograban completar esos 226km míticos, allí estaré para hacer lo propio.
Quién me lo iba a decir entonces, ¿eh?

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